No hay ninguna duda de que Michael Jordan es el mejor jugador baloncesto de todos lo tiempos. Los 32.292 puntos que anotó a lo largo de las quince temporadas que estuvo en la NBA así lo atestiguan. De hecho, sólo Kareem Abdul Jabbar y Karl Malone le superan como máximos encestadores en la historia de la liga norteamericana.
Ésto le permitió a Jordan amasar una auténtica fortuna en su época de jugador. En los quince años que estuvo en activo obtuvo 90 millones de dólares, unos 67 millones de euros, en salarios. Sin embargo, debido a la inflación del dinero, es curioso que el que fuera jugador estrella de los Chicago Bulls esté en la posición número 87 de los balocentistas que más dinero han ganado en sueldos en toda la historia de la NBA.
El español Pau Gasol, por poner un ejemplo, está mucho mejor colocado, ya que estén en el puesto número 19 de esta lista con unas ganancias de 156 millones de dólares, unos 116 millones de euros, desde que aterrizó en los Estados Unidos en el año 2001.
Sin embargo, se estima que la fortuna neta de Jordan es de unos 650 millones de dólares, unos 485 millones de euros. Tras ver estas cifras la preguntas que muchos se hacen es ¿cómo puede tener Michael multiplicado por más de seis lo que ganó como jugador? La respuesta está en que el mítico jugador norteamericano supo invertir lo que ganó.
De hecho, obtiene grandes beneficios de socios corporativos como Nike, Gatorade, Hanes, Upper Deck, 2K Sports, Presbyterian Healthcare y Five Star Fragances. Además, tiene seis restaurantes, un concesionario en Carolina del Norte, una escudería y una participación del 80% en los Charlotte Bobcats.
Por poner un ejemplo, los royalties de Nike por las famosas ‘Air Jordan’ le generan, según Forbes, cerca de 60 millones de dólares anuales, casi 45 millones de euros. Que su economía pasa por un gran momento también lo demuestra que el pasado mes de diciembre pagó 12,4 millones de dólares, más de nueve millones de euros, en una mansión en Florida, según la web inmobiliaria Jeff Realty.