Es uno de los eventos deportivos del año. Toronto Raptors y Brooklyn Nets, dos equipos a priori sin grandes opciones de llegar lejos, serán los encargados de dar mañana el pistoletazo de salida a los playoffs de la NBA, el momento que millones de aficionados al baloncesto llevan esperando toda la temporada y en el que participarán cuatro españoles pero no Pau Gasol. A las 18.30 h (hora española) arranca el partido inaugural de la conferencia este, que precede al que hará lo propio en el oeste tres horas después: Los Angeles Clippers-Golden State Warriors. Hasta principios de mayo se desarrollará la eliminatoria de octavos de final -todas, también la final, son al mejor de siete encuentros-, en la que en principio no deben sufrir excesivos problemas los cuatro grandes candidatos al anillo: San Antonio Spurs, Oklahoma City Thunders, Miami Heat -campeón en 2012 y 2013- e Indiana Pacers.
Los dos primeros se enfrentarán en la final del oeste si sortean el camino de espinas que tienen en su competida conferencia. En la primera ronda deben deshacerse de Dallas Mavericks y Memphis Grizzlies respectivamente, para medirse en cuartos a los ganadores del Houston-Portland y del Clippers-Warriors. San Antonio ha sido el mejor equipo de la temporada regular (62 victorias y 20 derrotas), gracias a la experiencia y bagaje de los veteranos incombustibles que siguen componiendo la columna vertebral del equipo: Tony Parker (32 años), Manu Ginóbili (36) y Tim Duncan (38). Desde que este último llegara al equipo en 1997 jamás han faltado a la cita de la lucha por el título, habíéndolo ganado en cuatro ocasiones (1999, 2003, 2005 y 2007). Todo ello con el mismo entrenador, Gregg Popovich, que ha sabido dosificar el esfuerzo de sus jugadores en un año donde ninguno ha jugado más de 30 minutos por partido de media.
Los Thunders de Kevin Durant son la gran amenaza para los Spurs en el oeste, siempre que consigan superar a los rocosos Grizzlies, lanzados desde que Marc Gasol volvió de su lesión. Durant, máximo anotador del año con 32 puntos de promedio, es uno de los jugadores más en forma -probable MVP de la temporada- y ansía sumar el título de campeón de la NBA a su palmarés de campeón olímpico y mundial con la selección de Estados Unidos. El año pasado la lesión del base Russell Westbroock lastró las opciones de un equipo que había disputado la final en 2012, sucumbiendo ante los Heat de Lebron James, combinado que repitió título el año pasado al derrotar a San Antonio por la mínima (4-3).
La hegemonía de Miami en la devaluada conferencia este, indiscutida en los últimos tiempos, se ha visto este año amenazada por el empuje de Indiana, que parte con ventaja de campo. Los Pacers, que han ido de más a menos por graves problemas de vestuario, representan el principal obstáculo en el camino de Heat hacia su cuarta final consecutiva. El pívot Roy Hibbert y el alero Paul George han llevado en volandas a un combinado dispuesto a dar el »sorpasso» definitivo y jugar una final de la NBA a la que ya llegó en 2000, en pleno ciclo triunfal de los hoy decaídos Los Angeles Lakers.
El primer escollo de Indiana, Atlanta Hawks, es el equipo más flojo de los playoffs -cosechó más derrotas que victorias en la temporada-. Luego le esperará el ganador del igualadísimo Chicago Bulls-Washington Wizards, dos equipos que ya han cumplido clasificándose para la ronda final. La falta de competencia en el este -Phoenix Suns, que se ha quedado fuera del playoff del oeste, habría sido el tercero mejor en el otro lado del país- da margen de mejora a Miami, que no debe tener dificultades para deshacerse en octavos de Charlotte Bobcats, el equipo propiedad de Michael Jordan que tiene en el joven base Kemba Walker a su principal activo y que no sabe lo que es ganar un partido de playoff. Algún problema más podrían ponerle Paul Pierce y Kevin Garnett con Brooklyn -caso de que eliminen al pujante Toronto-, experimentados jugadores que deben hacer valer sus galones en esta fase final de la temporada.
Disputadísima conferencia oeste y devaluada conferencia este, en definitiva, lo que deparan este año unos playoffs donde por primera vez en la historia no participarán ni Los Angeles Lakers, ni Boston Celtics ni New York Knicks -equipos que suman 35 anillos y 25 subcampeonatos entre los tres- y donde los mejores jugadores del planeta disfrutarán del escaparate ideal para lucirse, a solo tres meses del Mundial de baloncesto que volverá a reunir a muchos de ellos, con España como país anfitrión. Todos los partidos podrán seguirse por Canal+ Deportes, algunos de ellos también por Canal+1.