Miguel Santos, nacido en Pamplona hace más de 5 décadas, fue el Jorge Mendes de los 80 y los 90. Si preguntamos a cualquier aficionado por Mendes, el 100% le conocen. ¿Y Miguel Santos? Era el hombre de confianza de los Mendoza, Nuñez y Jesús Gil. Centenares de operaciones a sus espaldas con los clubes españoles más importantes. Miguel Santos empezó a representar futbolistas cuando la representación ni existía.
¿Qué es la representación? Esa tarea consistente en buscar a los futbolistas el mejor destino posible, a cambio de unos jugosos honorarios, que normalmente representan un porcentaje del sueldo del futbolista y/o del valor del traspaso.
Esta profesión, en la que hoy tratan de hacerse un hueco miles de personas -vayas por donde vayas, salen representantes actuales o potenciales de debajo de las piedras- nació hace más de 30 años. Es una de esas facetas del fútbol que se ha disparado con la mercantilización del juego de la pelota. Hoy en día es muy difícil entender una operación sin un representante. Antes era muy difícil lo contrario. Bien es cierto que el buen representante soluciona muchos problemas a los clubes y a los jugadores. Pero, como en todos lados, hay buenos, regulares y malos.
En esta joven pero lucrativa profesión, del mismo modo que en su día destacaba el navarro Santos, hoy destaca el portugués Mendes. 51 años. De DJ al multimillonario, ganando más que sus propios clientes. En el año 2015 las ganancias de Mendes se estimaron en 80 millones de euros. Un verano agitado, ventas importantes a clubes importantes y, de pronto, más ingresos que el propio Cristiano Ronaldo.
En Transfermarkt, base de datos por excelencia del fútbol, figuran registrados más de 6.800 representantes en todo el mundo y hay casi 3.000 agencias de representación. Entre todos ellos, el número 1 es Jorge Mendes, con su agencia Gestifute. Cuenta con 98 jugadores representados, que suman un valor de mercado total de 644 millones de euros. Cristiano Ronaldo, James Rodríguez, Falcao, Tiago, Diego Costa… así hasta 98. Además de los entrenadores José Mourinho y Nuno Espíritu Santo.
En el top ten mundial se sitúa Bahía Internacional, que defiende los intereses, entre otros, de Fernando Torres y Jesús Navas. Otro personaje singular a destacar es Mino Raiola, representante de Pogba e Ibrahimovic.
Van leyendo los nombres y… ¿se imaginan los honorarios que han podido ganar en los últimos veranos? Pogba se fue de la Juve al Manchester United por más de 100 millones de euros. Los red devils como locos por hacerse con el jugador francés e imaginen lo que apretó la tuerca el señor Raiola… para salir muy bien parado en esa operación.
¿Cómo cobra un representante? No hay reglas fijas pero la comisión estándar es el 10% del valor de la operación. Normalmente en una operación de compraventa de un jugador, interviene más de un representante y toca repartir. A veces también el jugador paga parte de su sueldo al representante. Cuando Ozil se fue al Arsenal, para que se cerrara la operación, su padre -y representante- exigió cobrar 7 millones de euros… y los tuvo.
¿Cómo se llega a ser representante? No hace falta más que ser Abogado y/o un título que dan las Federaciones. A partir de ahí, capacidad relacional y capacidad de ganarse la confianza del futbolista. Suena fácil, pero es muy difícil… mucho dinero en juego, que atrae a mucho pretendiente de representante. Y los que ya están, cual partida de squash, ponen todo de su parte para que nada ni nadie les arrebate el centro de la cancha. Un representante puede trabajar por encargo de un jugador, de un club que quiere vender o de un club que quiere comprar. Normalmente, en una operación juegan a una cosa y en otras a otra… imagínense los centenares de llamadas que reciben Directores Deportivos y Presidentes. Una buena operación puede generar muchos ingresos…
En el fútbol actual, con un potencial económico creciente, los grandes equipos quieren a los mejores. Y no les queda más remedio que pasar por el aro del representante. Los representantes top saben que sus clientes tienen abundantes novias, y eso les convierte en piezas claves de las negociaciones. Eso hace que Jorge Mendes pueda ganar más que sus propios clientes…