Las medallas obtenidas este martes por Marina Alabau en clase RS:X de vela, oro, Gómez Noya en triatlón, plata, y el dúo de sincronizada, también plata (a la espera de la que consigan las chicas del waterpolo que se han asegurado la plata), han aumentado el casillero español hasta los seis metales, todos ellos conquistados en modalidades acuáticas.
Tras once días de competición, el éxito español tiene claro sabor a agua, ya sea en piragua, a nado, danzando en ella o sobre tabla. Antes del comienzo de los Juegos, las bazas nacionales se centraban en los equipos de conjunto (baloncesto, balonmano, fútbol, etc.), tenis o ciclismo. Y, cómo no, en natación sincronizada, piragüismo y Mireia Belmonte.
Por ahora, estas especialidades no han decepcionado. A pesar de que el judoca Sugoi Ugarte y el palista Ander Elosegui rozaron el podio, Belmonte fue la encargada de romper el maleficio después de cinco días y ganar el primer metal en 200 mariposa.
La badalonesa repetía medalla en 800 libre, mientras que Maialen Chourraut se hacía con el bronce en K-1 femenino de piragüismo en aguas bravas.
Este martes, por fin, la expedición española se hizo con la presea más preciada. La andaluza Marina Alabau confirmaba las altas expectativas y se coronaba como ganadora del windsurf olímpico, tras vencer hoy también en la »Medal Race».
Los triunfos continuaron a lo largo de la jornada. Primero fue Javier Gómez Noya con la plata en triatlón y después fueron Andrea Fuentes y Ona Carbonell en dúos de natación sincronizada, tras remontar un puesto a las chinas y acabar por detrás de las rusas.
El waterpolo femenino con una portera que recuerda al mejor Iker Casillas también ha logrado »la machada» de meterse en la final tras ganar a Hungría por 10 a 9 así que tiene su plata asegurada. Ahora quedan la vela y el piragüismo en aguas tranquilas, con David Cal a la cabeza, España depende, más que nunca, de sus aspiraciones desde el agua. Abandonado el atletismo, que no tiene visos de recuperarse a corto plazo, donde los aspirantes a medalla en maratón y 1.500 son de otra época, España está más agusto que nunca en el agua… y más si el nombre del olímpico es mujer.