Carolina Marín, vigente tricampeona europea de bádminton y que busca en Huelva su cuarto título seguido, admitió tras pasar a los octavos de final, al ganar en su estreno a la francesa Marie Batomene (21-15 y 21-12), que estaba «nerviosa» porque «las expectativas» que hay puestas sobre ella son «muy altas.
La onubense explicó a los periodistas que, al jugar en casa y ante su gente, no quiere «defraudarles» y que su deseo es «que disfruten el máximo» de ella «mientras esté en el torneo».
Por este motivo, la vigente campeona olímpica dijo que su propósito en estos Europeos es «dar lo mejor» de ella «y disfrutar en la pista».
«Me he sentido supercontenta de jugar y ganar ante toda mi gente y mi familia, en mi tierra», subrayó Carolina Marín, después de que en vísperas de este debut ya señalara que era especial jugar en su casa un campeonato de este calibre, y seis años después de la última vez.
Recordó, además, que ya manifestó que la afición le daría «un empujón en la pista» y calificó su comportamiento como «de diez, increíble», pues «no esperaba que el pabellón estuviera así de lleno» y esto le ha generado «un sentimiento importante».
La campeona española aseguró que tuvo «muy buenas sensaciones en pista» y que era «importante» controlar bien el volante en un pabellón «tan grande como el Palacio».
Marín también mostró su «pena» por la eliminación «tan pronto» de otros jugadores españoles, como Pablo Abián y Beatriz Corrales, y reiteró su idea de renovar el título continental.
«Voy a seguir dando todo lo mejor de mí para que Huelva se sienta orgullosa y juntos podamos conseguir la victoria», recalcó.