Los flecos en los contratos de los futbolistas y entre los clubes suelen demorar las operaciones hasta convertirlas en culebrones. Esto es lo que está sucediendo con Di María y Khedira y entre el Paris Saint Germain y el Arsenal con el Real Madrid. El argentino y el alemán, se puede decir, que están a un millón de euros de rubricar su acuerdo con los clubes y el Real Madrid aguanta el tirón para subir el precio de venta con cifras que va metiendo en forma de bonus. Cada vez más este tipo de contratos se convierten en obras de ingeniería.
El sueldo de Di María y Khedira en el Real Madrid es de 3,5 millones de euros netos y el Paris Saint Germain y el Arsenal les doblan la ficha hasta los siete millones limpios. Pues ni uno ni otro se conforman y siguen aguantando para comprobar hasta qué punto les quieren Blanc, técnico del PSG, y Wenger, del Arsenal. En el sueldo va el reconocimiento deportivo. Ese aguante también lleva implícito que quieren ganar todavía más.
Khedira, por ejemplo, conoce que Özil está ganando en el Arsenal una cantidad que supera los 8 millones de euros limpios. Y, evidentemente, él quiere llegar a esa cifra. Lo mismo sucede con Di María, que es consciente de que el PSG paga una barbaridad de sueldo a Ibrahimovic, Cavani y otros jugadores y pretende estar en el máximo escalón salarial. Una auténtica locura. Tampoco es fácil salir del Real Madrid porque se puede ganar mucho dinero con los títulos y los patrocinadores.
El Real Madrid, por su parte, negocia con ambos clubes aumentar las cantidades variables si ambos jugadores cumplen unos objetivos en su contratos. El Real Madrid quiere vender, baja sus pretensiones en una cantidad fija, pero las aumenta en concepto de bonus. En resumen, el Real Madrid quiere llegar a los 30 millones de euros por Khedira y los 60 por Di María. No tienen sitio en el equipo de Ancelotti tras las llegadas de James y Kroos.