Como a muchos españoles, futbolistas o no, a Dani Abalo (Villagarcía de Arosa, 1987) le ha tocado emigrar para buscarse la vida. Formado en las categorías inferiores del Celta, le ha tocado trasladarse a Bulgaria y el miércoles se enfrentará al Real Madrid defendiendo la camiseta del Ludogorets, el equipo búlgaro en el que cumple su segunda temporada. Tras la épica clasificación, en la que un jugador de campo tuvo que hacer de portero y paró dos penaltis, a punto estuvieron de rascar un punto en el campo del Liverpool. Lo rozaron gracias a un gol de Dani Abalo, que lucha por volver a España y jugar en Primera División, un objetivo que busca cumplir vía Bulgaria, donde vive con su novia y juega para el Ludogorets.
¿Qué se siente al callar Anfield Road?
Fue increíble, un momento muy bonito que voy a recordar toda la vida. Todo el estadio estaba animando después del gol de Balotelli y tras mi gol se hizo el silencio y sólo se escuchaba a los aficionados búlgaros. Esto compensa muchos esfuerzos, aunque por lo que lucho es por jugar en Primera en España. No pierdo la esperanza de conseguirlo.
¿Se imaginó algún día jugar en Anfield o el Bernabéu con este equipo?
Sabía que venir a Bulgaria era algo muy arriesgado, pero venía aquí para luchar por jugar Europa. Había visto algunos vídeos del equipo, ví que jugaba bien y se podía adaptar bien a mi juego y tomé la decisión y acerté.
¿Cómo es la vida en Razgrad?
Es una ciudad de 33.000 habitantes y la verdad es que no hay mucho que hacer. El club tiene muy buenas instalaciones, un buen campo de fútbol y aquí al fin y al cabo, pues vienes a jugar.
¿Le ha acompañado alguien a Bulgaria?
Estoy con mi novia aquí y es la que más sufre porque viajamos mucho. Estamos todo el día de un lado para otro. Entre que vamos a Sofía a jugar de locales los de Europa, se queda sola mucho, pero bueno, lo lleva bien. También sabe que son dos añitos y eso pasa rápido.
¿Qué ha aprendido de la vida al emigrar?
Es un cambio total de vida. Primero, porque no entendía nada del idioma local y tampoco sabía nada de inglés y eso lo complicaba más, pero ahora estamos mucho mejor. Crecí como futbolista y como persona. Ya me pasó la primera vez que salí, al Beira Mar. Nada más llegar, echaron al entrenador que me había fichado y me tiré varios partidos sin jugar. Esas cosas te hacen aprender.
Y la gente, ¿qué tal?
Muy respetuosa y muy volcada con el equipo ahora que está haciendo historia. Hay mucha ilusión. En el campo son tranquilos, pero llenan el estadio siempre. En invierno cae un poco la asistencia pero suele venir bastante gente.
¿Es más duro el invierno que en Galicia?
Sí, mucho más duro. En noviembre, diciembre y febrero, que es cuando empieza la liga, sí que se pasa muy mal, pero bueno, se va llevando. Hay cosas para luchar contra el frío aquí.
¿Les trataron como héroes tras clasificarse para la Champions?
La gente se volvió muy loca, se volcaron con el central que paró los dos penaltis. Aquí es un ídolo, una celebridad que ya no puede ir tranquilo por la calle sin que le paren. Ya se les está pasando la fiebre de los penaltis y ya va volviendo la cosa a la normalidad pero fueron días de locos.
Un mito Cosmin Moti…
Le han puesto a una grada su nombre así que ya tiene su sitio en la historia. Se lo merece además, porque lo que hizo fue increíble, nadie se lo esperaba. Nosotros sabíamos que nuestra opción era marcar los cinco y que el pudiera parar uno… y al final paró dos.
¿Hay una parte de este deporte que sólo se puede vivir en el fútbol humilde?
Esto en el Madrid no se puede vivir, sólo en equipos como este, que sólo tiene once años de vida y ha sido capaz de ganar tres ligas seguidas, jugar la Europa League el año pasado y la Champions este. Es algo increíble y la gente del club así lo vive. Están haciendo bien las cosas y esperemos que siga así mucho tiempo.
¿Quién está detrás de este ‘milagro’?
El presidente Kiril Domuschiev invirtió mucho dinero al principio y ahora les está compensando ese esfuerzo inicial. Además hay mucha gente que hace bien las cosas. Les falta un poco de organizaciçón porque es un club muy joven que se encuentra todo esto y están aprendiendo sobre la marcha. Un ejemplo es que se hizo un estadio nuevo y no se hicieron las zonas VIP para estadios de Europa y ahora hay que remodelar otra vez.
¿Cómo es el fútbol búlgaro?
Me sorprendió el nivel de la liga por cuatro o cinco equipos muy buenos. Fuera de esos equipos, los demás no pagan al día, tienen mal los estadios y tienen jugadores muy normalitos que en españa como mucho estarían en Tercera o Segunda b. Es lo que deteriora la liga.
Los buenos aquí intentan jugar al fútbol y ganar con la pelota. Son buenos partidos los que nos enfrentan. Por eso ha cambiado la liga ahora y hay un playoff entre los primeros seis clasificados que es muy bonito y tiene mucho nivel.
¿Qué le espera al Madrid?
Nosotros jugaremos igual que contra el Liverpool. Defendiendo bien pero no desperdiciando la pelota. Vamos a intentar hacer nuestro juego cuando la tengamos. Sabemos que va a ser difícil porque el Madrid te puede quitar la pelota con los jugadores que tiene pero vamos a buscar ser protagonistas.