El terremoto mediático del clásico entre Real Madrid y Barcelona tiene una de las réplicas de mayor estruendo en Colombia, país revolucionado por el fenómeno James Rodríguez, que debuta en un partido de esta textura y se convertirá en el primer colombiano en jugar este encuentro. “Las expectativas son enormes”, explica desde allí Orlando Ascencio, subeditor de deportes de El Tiempo, el diario más importante de Colombia, que tiene preparada una cobertura extraordinaria. Un enviado especial ya está en Madrid, James fue portada del periódico el jueves y la sección de deportes ya tiene reservadas tres páginas el domingo para James y el clásico.
La presencia de James en el Madrid está cambiando la tendencia en un país al que le tiraba más el Barcelona, sobre todo desde la era Guardiola. “Se olvidaron de Messi, se olvidaron de Iniesta y ahora el que cuenta es James”, resume Andrés Restrepo, editor de Goal.com en Colombia, que explica que cada vez se ven más camisetas con el diez blanco. O rosa. “Su llegada ha cambiado el panorama. El entusiasmo por el Real Madrid está creciendo mucho”, agrega Ascencio, que cree que los más acérrimos barcelonistas animarán a su equipo pero celebrarán los goles de James.
En el campo de juego, desde su país asisten a la transformación de un jugador al que conocen a la perfección. “Asistimos a la metamorfosis de un jugador”, dicen desde El Tiempo. “Ancelotti le ha dado una responsabilidad defensiva que alguna vez también se le pidió en la selección y no terminó de cumplir y en el Madrid está respondiendo perfectamente. Nos ha sorprendido su evolución y capacidad de adaptación”, reconoce Ascencio. En el partido de los blancos ante el Liverpool, James fue el futbolista que más corrió del Madrid, contabilizando casi 12 kilómetros.
En un equipo condicionado por la presencia como Cristiano Ronaldo, Benzema o Bale (que no jugará el clásico), James se ha visto obligado a retrasar su posición veinte metros y dar equilibrio al equipo. El máximo goleador de la Copa del Mundo reconvertido a un papel de gregario. Ancelotti está convencido que puede convertirle que ejecute un papel de todocampista como el que desempeñó el curso pasado Di María.
“Él ama el fútbol y lo que quiere es jugar, independientemente de la posición”, explica Restrepo, a quien esta versión de James evoca a la primera experiencia fuera de Colombia del futbolista, en el Banfield argentino. “A veces incluso jugaba de volante de contención. Creo que esa experiencia le está ayudando ahora, aunque se ha tenido que olvidar un poco del gol”. El país cafetero y su pujante fútbol tienen a la hora de comer una cita con su jugador bandera en el partido más grande del mundo. Colombia está loca por James.