Blake, la bestia, dejó claro que «Bolt es el hombre más rápido del mundo y yo soy plata ¿Qué más se puede pedir? El relámpago, o sea Bolt, estaba preocupado por su salida. «No quería cometer una saluda nula, y sufrí un deslizamiento con los tacos pero opté por asegurar y eso fue clave. Mi entrenador ya me había dicho que no me preocupara por la salida, que el final de la prueba era mi punto fuerte».
Bolt ha reconocido que su compatriota Blake entrena más duro que él: «Entrena más duro y lo hará mejor la próxima vez porque hoy estaba algo nervioso». La anécdota de la jornada la protagonizó la reportera de RTVE, Izaskun Ruiz, que estaba entrevistando a Bolt cuando este se dio la vuelta y junto a ella respetó el himno de EEUU. Y ahí se quedó, por una vez quieto, clavado, sin correr. Cuando el himno dejó de sonar volvió a ser él mismo: «He dado un paso más para ser leyenda. Ahora me queda el reto de los 200». Carl Lewis no apostaba por él. Pero ya le ha igualado. Dos veces medalla de oro en los 100. Y con un tiempo de órdago: 9.63.
El corredor realizó el mejor quinto crono en la salida erpo acabó con un crono de 9:63 –con 1.5 de viento–, récord olímpico y segunda mejor marca de la historia. Bolt se impuso a Yohan Blake (9:75), segundo, que igualó la marca con la que hizo el mejor crono del año. Justin Gatlin (9:79) completó el podio al rebajar en una centésima su marca personal.
Este resultado deja clara la superioridad de los corredores isleños sobre los estadounidenses, que se vieron relegados a puestos secundarios. Asafa Powell (11.99) se lesionó en el trayecto de la carrera e impidió que los ocho corredores rebajaran los 10 segundos en la carrera olímpica más rápida de la historia.
Ante un estadio abarrotado por 80.000 personas, se pudo ver un nuevo reto ante los límites del ser humano. El hombre más rápido del planeta superó a Yohan Blake, su compatriota. Ambos, entrenados por Glen Mills, se batieron en un duelo que sólo pudo ver de cerca Justin Gatlin. Tyson Gay, Ryan Bailey, Powell, Martina Churandy y Richard Thompson fueron meros espectadores.
En el plano de las cifras, el plusmarquista jamaicano, doble campeón olímpico, igualó a toda una leyenda como Carl Lewis, que obtuvo de forma consecutiva dos metales de oro en Los Ángeles 84 y en Seúl 88. Los triunfos en Pekín y Londres, unidos a su ruptura de récords que parecen de un futuro lejano, convierten a Usain Bolt en alguien que siempre será recordado.