Gareth Bale está harto. El futbolista galés está más que enfadado con su equipo. El Real Madrid le quería en la capital hoy miércoles, pero el presidente del Tottenham, Daniel Levy, como ya hizo la pasada temporada con Modric, está apurando al máximo el traspaso del jugador al Real Madrid. El último desplante de Bale fue el martes, el jugador estaba citado por Villas-Boas para entrenar con su todavía club, pero el de Cardiff no se presentó dejando más clara que nunca su situación de rebeldía con los »Spurs».
Ahora Bale ha lanzado un órdafo. El jugador le ha dicho a Daniel Levy que tiene 24 horas para traspasarle al Real Madrid. De lo contrario, el galés convocará una rueda de prensa para dejar claras sus intenciones que son dejar el Tottenham y marcharse al club blanco de manera inmediata. En dicha comparecencia podría aprovechar para acusar a su presidente de imcumplir su promesa de dejarle marchar a un club grande, ya que Bale no quiere quedar como »el malo de la película». Ni las amenzas de muerte han hecho recular a Levy, poniendo en un serio compromiso la integridad de su futbolista y del resto de sus compañeros. Bale está muy muy enfadado y no piensa en dar un paso atrás.
Bale no quiso llegar al extrmo de pedir el »Trnsfer Rquest», recurso al que puede acogerse un jugador obligando a su club a anegociar su traspaso. El croata Modric, también en el Tottenham y Xabi Alonso en el Liverpool sí lo pidieron para poder recalar en el Real Madrid, pero Bale no, pues hacer esto contra un club que le ha dado todo «le perseguiría durante toda su vida» llegó a decir a través de su representante. Pero sí ha lanzado un ultimátum a su presidente que podría ser definitivo para que le deje salir del club.