«Me gusta escuchar eso que dicen que el Atleti es el equipo del pueblo, eso me encanta», aseguró Simeone hace unos días. El entrenador argentino ha implantado la filosofía del ‘Cholismo’ en todo lo que huele a rojiblanco: aficionados, jugadores, directivos… El técnico defiende varios lemas que ha inculcado dentro del vestuario y que repite fuera para que todos pongan en valor la temporada del Atlético.
El primero y más conocido es la manida frase de «partido a partido», que a falta de cinco partidos para se convirtió en «final a final» ha llegado a su máximo esplendor. En siete días el Atlético se juega dos títulos. La Liga ante el Barcelona y la Champions ante el Real Madrid. Eso ya lo sabemos todos… pero no llegábamos a imaginarlo en el mes de agosto cuando empezó la temporada. La figura de Simeone ya era idolatrada por entonces en el Vicente Calderón, porque su forma de pensar y trabajar es idéntica a la que ha marcado las historia del Atlético.
«El esfuerzo no se negocia», es otro de los principios de Simeone. Todos los títulos que ha logrado el conjunto rojiblanco se han forjado a base de esfuerzo, garra y pundonor. Siempre hubo equipos con más presupuesto, mejores jugadores y más proyección mediática, pero el apoyo de la afición del Atlético hace que el equipo se crezca ante la adversidad, ya sea en el Calderón, en Londres, en Valencia o en Lisboa.
«Siempre hay que creer», en el equipo, en el esfuerzo y hasta en el destino, dice Simeone. Nadie dijo que fuera a ser fácil. El Atlético ha competido a lo largo de la temporada con los equipos más potenres del mundo. Ha ganado en el Bernabéu, en Stamford Bridge o en San Mamés.
Si un jugador lleva tiempo sin jugar, los medios le ven fuera del equipo y la afición le ha perdido la confianza, llega Simeone y dice «yo voy a muerte con mis jugadores». Adrián después de siete partidos sin jugar fue titular ante el Barcelona y días después el argentino le encomendó la tarea ‘tumbar’ el autobús de Mourinmho. El asturiano tenía la confianza de su entrenador y marcó un gol. ¿Sencillo?
«La fuerza está en competir como un bloque», argumenta Simeone para explicar como su equipo puede competir con las mejores figuras del fútbol. El primero que tiene que ayudar en tareas defensivas es Diego Costa. No se salva ni un campeón del mundo como Villa, que disfruta de una etapa de transición en la que ha pasado a un segundo plano sin poner ni una mala cara porque sabe que forma parte de un bloque. De ahí para atrás, ni un despiste. El centro del campo es una tela de araña tejida por Gabi con cada gota de sudor de su frente y en la que jugadores como Arda o Koke corren para robar balones como sí fueran los últimos de cada partido. Pocas palabras hay para definir a la defensa más consistente de la Liga, que ha logrado que Courtois, el mejor portero en un futuro cercano, sea el trofeo Zamora de la Liga español.a
MEDIA ESPAÑA SE HA ‘HECHO’ DEL ATLÉTICO EN ESTA TEMPORADA
Llega la batalla final. Barcelona – Atlético en el Camp Nou. De los tres resultados posibles, dos son favorables a los rojiblancos para ganar la Liga, pues de ganar o empatar será campeón en casa del rival. Al Barça solo le vale ganar, pero tiene el Camp Nou a su favor. En 90 minutos, habrá campeón en una atípica e inusual final por el título de Liga, una competición en que gana el más regular en 38 jornadas y que se disputará en una batalla final entre ambos aspirantes, en una contienda igualada que pondrá los nervios de unos y otros a flor de piel.
500 aficionados apoyarán al Atlético en las gradas (el Barcelona no dio más entradas), pero decenas de miles apoyarán desde todas las partes del planeta. Eso es lógico, pero es que como no podía ser de otra forma, el ‘equipo del pueblo’ se ha ganado al pueblo español. Hasta los aficionados del Real Madrid prefieren que los rojiblancos ganen la Liga para que no lo haga su máximo rival.
Pero los del Valencia, que fueron los últimos en romper la bicefalia Barça-Madrid, los del Betis e incluso los del Levante y el Málaga, que les pusieron la Liga cuesta arriba en las últimas semanas, van con el Atleti. Los equipos de la Liga y sus aficionados se ven reflejados en el espíritu competitivo del Atlético y por unas horas pensarán en color rojiblanco.