¿Habéis visto cómo está celebrando Ancelotti últimamente los goles de Cristiano Ronaldo y los triunfos contra el Eibar y en Basilea? Es la pregunta que hacen algunos colaboradores que conviven con el técnico italiano en las últimas semanas. Le ven especialmente motivado. La explicación está en la obsesión por superar el récord de los 15 triunfos seguidos para convertirse en el mejor entrenador del Real Madrid con rachas de victorias. La complicidad la tiene con Cristiano Ronaldo, con el que está seguro que le puede ayudar a conseguir su objetivo. Así se puede entender cómo imitó la celebración del portugués en Ipurua y el grito que pegó en Basilea de rabia y alegría junto al entrenador de porteros, Vecchi.
El superambicioso Ancelotti se juega el récord donde pinchó Luis Enrique
Ancelotti es más ambicioso de lo que aparenta ese carácter tranquilo, sereno y el tono simpático y agradable que transmite de puertas para afuera. Tiene un presidente que le exige mucho y unos jugadores entregados, dispuestos a jugar donde sea, como le dijo Isco para que le buscara un hueco en el equipo. El técnico italiano es calculador e insaciable. Un devorador de récords, que se alimenta y motiva con objetivos a corto y largo plazo. Conquistó la madre de todas las guerras: la Décima. Ahora tiene que seguir venciendo batallas. Unas con más impacto que otras. La de este sábado en Málaga es una de esas que quedarán para la historia si consigue salir vencedor. No le vale el empate.
El superambicioso Ancelotti está ante la oportunidad de escribir una página más en la historia del Real Madrid como el entrenador que más victorias ha conseguido. En Basilea igualó el récord de Miguel Muñoz (temporada 1960-61) y Mourinho (2011-12) con 15 triunfos consecutivos. En La Rosaleda se juega algo más que tres puntos. Ganar asegura mantenerse en el liderato y le otorgará el prestigio de ser el entrenador del Real Madrid con una mejor racha de triunfos. La que ha encadenado desde que superó, el 16 de septiembre, al Basilea en el Bernabéu. Desde entonces ha ganado 9 partidos de Liga, 5 de Champions y 1 de Copa del Rey con un balance de 57 goles a favor y solo 8 en contra. Por el camino han caído equipos como el Villarreal, Barcelona, Athletic y Liverpool.
Ganar en La Rosaleda al Málaga no le va a resultar nada sencillo si miramos quién tiene enfrente. El rival no ha perdido ningún encuentro en su estadio esta temporada y, en uno ellos, fue capaz de anular el talento del Barcelona. El equipo de Luis Enrique no logró marcar, se sintió incómodo y realizó uno de los peores partidos de esta temporada. Messi y Neymar, titulares, tuvieron un partido gris.
El Málaga, sexto en la clasificación, es uno de los equipos revelación de esta Liga, por detrás de Sevilla y Valencia. Ha hecho de La Rosaleda un fortín. Ha jugado seis encuentros y ha ganado cuatro y empatado dos. También superó a otro equipo Champions como el Athletic (1-0). En la última jornada perdió en el Calderón contra un Atleti que sufrió en la segunda parte y que respiró cuando el Málaga se quedó con un jugador menos por expulsión de Samuel.
La dificultad que va a encontrar Ancelotti también está en el técnico rival. Javi Gracia fue el entrenador de Osasuna que la temporada pasada frenó al Real Madrid con un empate a dos en El Sadar. Un encuentro en el que marcaron Isco y Pepe y en el que Sergio Ramos fue expulsado. Es un entrenador meticuloso, que prepara bien los encuentros, que motiva a sus jugadores en los partidos grandes, juega con seriedad y orden. El Real Madrid va a tener que sufrir y esforzarse, como en Ipurua, para superar a este Málaga que, además, contará con el apoyo de una afición caliente. El Real Madrid viene de jugar en la Champions. El desgaste también cuenta.