El actor y director teatral Pep Cruz volverá a convertirse, 26 años después, en el cristiano renegado Joanot en la tercera temporada del emblemático musical «Mar i Cel», de Dagoll Dagom, que se estrena en septiembre con elenco y efectos especiales renovados.
Pep Cruz ya fue Joanot hace 26 años, cuando se presentó por primera vez «Mar i Cel» y el papel es para él ahora «un reto» puesto que la obra es «físicamente potente», según ha confesado durante una entrevista con Efe.
«Tienes que estar en forma, porque te tienes que encaramar al mástil del barco, y hacerlo todo cantando. Ahora mismo me voy a hacer gimnasia», ha dicho Cruz, que lleva tiempo preparándose para este reto.
A partir del próximo lunes día 1 de septiembre empezará a ensayar en la sala superior del teatro Poliorama y quince días después los ensayos se trasladarán al Victoria, con el barco original en donde transcurre la obra montado en el escenario.
«Mar i Cel» se basa en un texto de Àngel Guimerà adaptado por Xavier Bru de Sala, está dirigida por Joan Lluís Bozzo, tiene música y orquestación de Albert Guinovart y se representará por tercera vez en un escenario barcelonés.
Pep Cruz interpreta en ella una canción en solitario -«Cançó de Joanot»-, en donde el cristiano renegado explica su historia, la de un hombre que escapa y es perseguido por la justicia que pacta con los cristianos del barco para eliminar piratas a cambio de un marquesado, una cantidad de tierras y dinero.
Cruz se mutará en Joanot un mes después de haber actuado en el anfiteatro Grec, en donde del 25 al 27 de julio formó parte del elenco de «Romance de Curro el Palmo», un musical flamenco, junto a Canales y Quique Morente, hijo del emblemático cantaor de flamenco.
A pesar de que no le falta trabajo, el actor ha considerado que «el teatro está fatal» y, aunque él tiene trabajo, hay muchos actores de su generación «que han ido dejándolo porque no es cómodo hacer teatro, no se tiene un sueldo fijo y los que se quieren estabilizar y formar una familia prefieren buscar otra cosa».
«En el teatro te puedes pasar un año fantástico económicamente porque te sale una obra, tele o una película, pero al año siguiente quedarte en el sofá de casa y eso, aparte de que crea inestabilidad, también crea cierta angustia», ha reconocido.
«Ahora muchos españoles saben qué es trabajar en precario, pero nosotros, los actores, lo hemos sabido siempre», asegura.