Solo con leer el título, estoy seguro de que más de uno se siente identificado con ‘Vengo de urgencia’, igual que con el anterior ‘Vengo sin cita’
¡Esa es la idea! Son libros escritos para pacientes, para que se vean reflejados, sonrían y disfruten con el humor de sus páginas y recojan los diferentes mensajes de salud que en ellas les dejo. »Vengo sin cita» y »Vengo de urgencias» son las dos frases con las que se presentan en consulta cada día miles de pacientes en nuestro país.
¿Qué se va a encontrar el lector en este nuevo trabajo?
En dos palabras, salud y humor. ¿Es posible aprender sobre nuestra salud de forma divertida, pasando un buen rato y soltando alguna que otra carcajada?. Estoy convencido de que sí. Una vez más, encontrarán parte de esa “vida desconocida” de los sanitarios y que suele despertar tanta curiosidad: el estudio y preparación del MIR, la comida en hospitales y centros de salud, los avisos a domicilio, las guardias, cómo dormimos (o no) en ellas… e incluso cómo estamos al día siguiente de esas intensas 24 horas de guardia. También una revisión a los diferentes motivos de urgencias, unos más justificados que otros, y un análisis de los más frecuentes (accidentes, partos, gripes o resfriados, cuerpos extraños…) pero también revisión de otros aspectos importantes de nuestra salud (dietas, embarazo, la tensión arterial, la automedicación…). Todo ello, relatado con humor, incluyendo las frescas y sorprendentes frases literales de los pacientes (@dijoelpaciente) y algunas anécdotas increíbles.
¿Alguna que se pueda adelantar? O que sea especial para ti…
Venga vale, ahí va un spoiler… Una chica acudió a urgencias del hospital por un tirón de pelos. Tal cual. Por un tirón de pelos. Y no, no le habían arancado la cabellera. El diagnóstico fue sencillo: Posible tirón de pelos. El tratamiento al alta, esclarecedor: Lavar con champú suave y revisión por el peluquero de zona.
La periodista Macarena Berlín dijo que incluía una “reflexión sobre la Sanidad Pública”. ¿Hay algo que se nos escapa a la sociedad sobre ese derecho que tenemos que tanto costó conseguir?
Tenemos que recordar que la sanidad pública se basa en un principio de solidaridad. Debemos seguir exigiendo a nuestros gobernantes que apuesten por impulsar y reforzar nuestra sanidad pública pero también debemos comprometernos cada uno de nosotros a hacer un uso responsable, no abusivo y nunca queriendo “amortizar” lo que pagamos con nuestros impuestos. Cuando usamos mal, por ejemplo las urgencias, perjudicamos a los que realmente la necesitan…
¿Ya hay en la recamara nuevas historias para seguir con el éxito?
La realidad es inagotable… Espero que mi sentido del humor también lo sea.