Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, más conocido como Velázquez, nació en Sevilla el 6 de junio de 1599. Así pues, 418 años desde el nacimiento de uno de los máximos exponentes de la pintura española y del movimiento de arte barroco, su vida y obra siguen estando muy presentes en la actualidad. Sus aportaciones a la pintura, y a la Historia del Arte en general, le procuraron un hueco en la historia siendo pionero en movimientos posteriores como el impresionismo.
Es un momento en el que Sevilla vive su gran época, con un ambiente artístico muy importante y grandes pintores que surgen en la ciudad como Francisco de Zurbarán o Bartolomé Esteban Murillo, Velázquez se forma junto a su maestro Francisco Pacheco. Este, su mentor, era un reputado pintor con amplios conocimientos de iconografía y de pintura y junto a él estaría desde los 11 hasta los 18 años cuando ya es considerado por el gremio pintor independiente. Poco después se casaría con la hija de su maestro, Juana Pacheco, algo habitual en aquella época.
En Sevilla Velázquez aprende a pintar obras en claroscuro, dibuja objetos con un realismo fotográfico e introduce personajes populares en sus obras. Entre 1617 y 1623 se desarrolla una etapa caracterizada por el estilo tenebrista, fuertemente influenciado por Caravaggio, destacando como obras El Aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. A los 24 años se traslada a Madrid, donde fue nombrado pintor del rey Felipe IV (gran amante de las artes) y cuatro años después es ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores de la corte.
Asentado en Madrid, admirará la gran colección de pintura de los reyes, donde la pintura italiana y flamenca acabaría por influir decisivamente en Velázquez. Poco a poco abandonaría el estilo tenebrista y comenzaría a practicar el denudo. En dos ocasiones viajaría a Italia por periodos de dos años y allí, comenzaría a coquetear con el impresionismo y entraría en contacto con las obras de grandes artistas como al estudiar las obras de Tiziano, Tintoretto, Miguel Ángel, Rafael y Leonardo. Sin embargo, fue en su regreso a Madrid entre 1651 y 1660 cuando tiene lugar su época de mayor esplendor, con la realización en este momento de sus obras culmen como Las Meninas o Las Hilanderas.
La obra pictórica de Velázquez se caracteriza por la búsqueda de la profundidad, el dominio de las líneas esfumadas, y el estudio de la luz y la composición. Las Meninas, pintado en 1656, es considerada su obra maestra. El nombre completo del cuadro es «Las Meninas o la familia de Felipe IV». Sin embargo, su nombre sufrió modificaciones a lo largo de los años: en 1666 en el inventario del Alcázar se menciona como Retrato de la señora emperatriz con sus damas y una enana y de esta misma forma aparece en los inventarios sucesivos hasta el año 1700; en 1734, tras el incendio del Alcázar en Nochebuena, se le cita como La familia del Señor rey Phelipe Quarto y cuando se le nombra en el nuevo Palacio Real se le titula unánimemente La familia; ya en 1843, en el catálogo del Museo del Prado, redactado por Pedro de Madrazo, aparece por primera vez con el título de Las Meninas.
La inmortal obra, independientemente de su nombre, encierra grandes secretos y misterios. Algunos ya han sido dilucidados, otros permiten mayor interpretación gracias al juego de Velázquez entre la realidad y la ficción. Picasso reinterpretó una serie de cuarenta y cinco pinturas y trece obras basadas en Las Meninas de Velázquez y escribió:
“Supongamos que alguien quiere copiar pura y simplemente Las Meninas, llegaría un momento en que si fuese yo quien lo hiciera, me diría: “¿qué pasaría si pusiera este personaje un poco más a la derecha o a la izquierda?”. Y trataría de hacerlo a mi manera, sin preocuparme de Velázquez. Esta tentativa me llevaría sin duda a modificar la luz o disponerla de otra forma, puesto que habría cambiado de sitio un elemento. Así, poco a poco, lograría hacer un cuadro, Las Meninas, que sería detestable para cualquier pintor especializado en copiar y no serían Las Meninas tal como aparecen en el cuadro de Velázquez: serían Las Meninas del que lo hiciera”.