Su sonrisa, detrás del maquillaje, fue símbolo del desarrollo cultural soviético. Hoy, ha dejado de sonreir. Oleg Popov, mundialmente conocido como el «payaso del sol«, ha fallecido a los 86 años.
Popov se durmió
La muerte del artista circense se produjo en el hotel del circo de Rostov Del Don, donde se encontraba de gira, según han informado agencias rusas. Al parecer, Popov se durmió delante de la televisión por la noche y no volvió a despertar. Delante de ese medio que lo ha inmortalizado para siempre y que lo hizo llegar a tantos rincones del mundo.
Oleg Konstantinovich Popov era considerado uno de los últimos grandes artistas de circo. Después de sus primeras apariciones en la provincia rusa, se presentó en 1955 en el circo estatal de Moscú y fue honrado en 1969 con el título de «Artista del pueblo de la Unión Soviética«.
Su imagen es mundial
A penas ha dado entrevistas durante su carrera artística, por lo que el público soviético y mundial interpretó sus frases a través de la mímica. Todas positivas y llenas de energía.
Su imagen de hombre de pelo rizado y amarillo con una gorra a cuadros, con unos pantalones cortos hasta el fin de sus días, lo hicieron inconfundible no solo para el público soviético, sino también para el de los innumerables países donde exhibió su arte.
«¿Parar? ¡Nunca! Un payaso muere en el escenario», solía responder Popov cuando le preguntaban cuándo pensaba retirarse.