¿Imaginas que veinte años después del 11 de Septiembre los americanos olvidasen el ataque a las Torres Gemelas y lo dejasen pasar sin buscar culpables? Es lo que ha ocurrido con ETA. Más de 300 asesinatos perpetrados por la banda continúan sin resolver hoy en día. No hay culpables. La mayoría ha prescrito y los que no lo han hecho están archivados.
Así de sencillo y así de duro es el último documental del vasco Iñaki Arteta, Contra la impunidad. Las historias más difíciles son las que se explican a sí mismas, sin artificios ni grandes pomposidades. Y así es también Arteta, que recibe a Teinteresa.es momentos antes de presentar el documental, viste de gala, con un chaleco de colores brillantes, pero es completamente transparente en sus opiniones.
«Hay una tendencia a olvidar lo que ha supuesto el terrorismo» en España, asegura Arteta, que califica de «escándalo» la cifra de crímenes sin resolver que ETA deja a sus espaldas cinco años después del cese de la violencia armada.
En este lustro la banda terrorista no ha desaparecido; tampoco lo ha hecho la necesidad de las familias de las víctimas de buscar justicia. Hijos, padres o nietos hablan a la cámara sobre cómo los crímenes contra sus familias fueron quedando olvidados, poco a poco, sin que la Justicia fuese capaz de dar un final a las investigaciones. Algunos muestran rabia, otros resignación.
La pregunta, incontestable quizá, es ¿cómo es posible que haya 300 asesinatos impunes?
«En momentos de la historia ha sido una falta de medios, dejadez, debido a las negociaciones con la banda terrorista, la promulgación de la amnistía. Ha habido muchas cosas que han distorsionado la forma en que el Estado ha tratado a las víctimas», explica Arteta sentado en una de las sillas rojas del auditorio del Palacio de la Prensa, vacío antes de que empiece la película.
Contra la impunidad es un documental que explica los motivos de este escándalo; también es equilibrado, divulgativo y pone el foco en el futuro de las víctimas y no solo en su pasado. En él aparecen jueces como Baltasar Garzón, que fue magistrado de la Audiencia Nacional en uno de los momentos más sangrientos de la banda terrorista, y asegura que durante la Transición y la incipiente democracia española los medios de los que disponía la Justicia eran tan limitados que muchos casos apenas se investigaban.
Pero, ¿se puede hacer algo a día de hoy?, se pregunta reflexivamente Iñaki. Sí. En el plano jurídico, expertos en derecho internacional abogan por declarar los asesinatos etarras como crímenes de lesa humanidad. Evitar así que prescriban, conseguir que se reabran, que se investiguen, que sean juzgados.
Y para con las víctimas también. «Hace falta una reparación moral, una autocrítica sentida de las autoridades, saber qué se hizo mal», dice Arteta.
Cinco años después del cese de la violencia de ETA aún hay resquicios, sobre todo en el Paíz Vasco. «Están en las instituciones», asegura al hablar de hechos más recientes como la agresión a dos parejas de Guardias Civiles en Alsasua.
«Hay que cambiar el discurso», que no se vea a los terroristas como reaccionarios políticos, sino por los crímenes que han cometido. «Hemos ganado a ETA en las armas, pero no culturalmente», dice Arteta, y ahí es justamente donde el cineasta quiere avanzar con Contra la Impunidad: en la memoria, en que no se olvide.