El consejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Ferran Mascarell, lamenta la «obsesión» de «determinado españolismo» por acallar el catalán, a través de manifestaciones como la aprobación por parte del Parlamento aragonés del término Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental (Lapao) para referirse al idioma que se habla en la franja entre Aragón y Cataluña.
En una atención a los medios tras presentar el pabellón catalán en la Bienal de Arte Contemporáneo de Venecia, Mascarell ha remarcado que «la decisión es una expresión rotunda e incluso un poco ridícula de la obsesión de determinado españolismo», que se concreta en iniciativas a menudo del Estado y de partidos estatalistas de forma continua, ha añadido.
Ha criticado que «el catalán no se pueda desligar con normalidad alrededor de donde es lengua habitual e histórica, intentando que de todas formas el catalán desaparezca del mapa», e incluso que exista, ha subrayado.
También ha argumentado que esta denominación expresa una «forma incorrecta de interpretar la Constitución española, donde dice que es obligación de todos defender las lenguas del Estado».
«ROZA EL RIDÍCULO»
Mascarell ha precisado que roza «el ridículo» que se inventen nuevos idiomas, cuando desde el punto de la comunidad científica todo el mundo sabe que pertenecen a un mismo tronco lingüístico y lengua que se expresa en diferentes territorios, ha asegurado.
Asimismo, ha apuntado un incumplimiento del Estado respecto a la carta europea de lenguas, que en 2001 obligaba a defender la lengua y «no inventar realidades inexistentes», ha añadido.
También se ha puesto al lado de las personas que hablan catalán en la franja y «los ciudadanos que con todo el derecho defiendan seguir teniendo una lengua común y compartida».
Ha augurado que los mandatarios políticos «una vez más fracasarán, porque es más importante la voluntad de la ciudadanía que las decisiones tomadas fuera de sentido por razones de obsesión partidista en un organismo de gobierno», ha concluido.
«ESTRAMBÓTICA PROPUESTA»
Por su parte, el PSC ha registrado en el Parlamento de Cataluña una resolución que insta al Gobierno aragonés a dar marcha atrás con la ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas que pasa a denominar Lapao al catalán que se habla en la Franja.
El texto propuesto por los socialistas califica la norma de «atentado político a la unidad de la lengua catalana», y acusa al PP de haberse inventado de forma artificial una nueva denominación de esta lengua con criterios ideológicos.
La resolución, que se debatirá en la comisión de Cultura de la Cámara catalana, pide al Gobierno aragonés que rechace «esta estrambótica propuesta y considere el catalán como patrimonio aragonés y común» con otros territorios.
Asimsimo, el PSC acusa al PP de convertir las lenguas «en un elemento de polémica y confrontación» y pide a Aragón que trabaje conjuntamente con el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) como «autoridad filológica catalana para elaborar las regulaciones y normativas necesarias para el impulsar el aragonés».
Los socialistas defienden que el catalán es la lengua románica que se habla en Cataluña, en la mayor parte de la Comunidad Valenciana, en Baleares, en la Franja de Ponent (Aragón), en el Rosellón (Francia), en Andorra, en L»Alguer (Italia) y en el Carche (Murcia).