«Es muy alarmante la idea de que el compromiso está pasado de moda», asegura José Manuel Caballero Bonald en una entrevista publicada en la revista turolense Turia recogida por Europa Press. En este sentido, el autor habla de cómo, en su último libro, ha comenzado «a activar una apremiante provisión de desobediencias».
La literatura de José Manuel Caballero Bonald es una mezcla perfecta de vida escrita, leída, pensada, intuida y vivida. Así lo retrata el periodista Fernando del Val en una conversación con el poeta y escritor. En ella, el autor de libros tan celebrados por la crítica como el reciente »Entreguerras» o »Ágata ojo de gato» reconoce que cuando bucea en la memoria pretende organizar el desorden, es decir «intentar explicarme mejor a mí mismo por medio de la poesía».
Además, para Caballero Bonald, la incertidumbre es un estímulo: «no deseo llegar a ninguna verdad, sino valerme de la poesía para arrojar un poco de luz sobre esa incertidumbre, sobre las nieblas de la memoria sin disiparlas del todo».
Quien siempre se ha sentido «mitad romántico, mitad surrealista» habla también de inspiración y de misterio. Y reconoce su rechazo hacia la literatura de quienes cultivan un realismo sin relieve, que copia la realidad y no la interpreta.
Según Caballero Bonald, esos escritores «ofrecen una visión plana del mundo y no una interpretación del mundo». Lo dice quien ha sido capaz, como pocos, de encauzar poéticamente tentativas para ver lo invisible. No en vano, confiesa: «creo en la revelación, en la iluminación repentina, soy así de iluso».
MEJOR EL LIBRO EN PAPEL
Turia entrevista también a Jacobo Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, de la Casa de Alba, Conde de Siruela, en el número que se distribuye este mes de noviembre. Ambos poseen dos trayectorias muy sólidas, valiosas e indiscutibles por su calidad e interés dentro de la cultura española actual, indica la Diputación de Teruel en una nota.
El editor prefiere que le consideren, por encima de todo, un «artesano multidisciplinar». En la entrevista que el periodista Eduardo Larrocha realiza, se le describe como un rastreador de libros exquisitos, diseñador gráfico, escritor y, sobre todo, como un editor capaz de reinventarse a sí mismo.
Entre sus méritos destacan la creación y dirección, durante 15 años, de la mítica revista cultural »El Paseante». También obra suya fue la editorial Siruela con la que obtuvo numerosos reconocimientos, tanto por parte de los lectores como institucionales.
Ahora dirige, desde su masía en Alto Ampurdán otra editorial, Atalanta, en la que se reinventa a sí mismo y refleja sus inquietudes e intereses. Ayer y hoy ha publicado relatos del ciclo artúrico, autores olvidados, textos ignorados de nuestra cultura, obras de literatura fantástica y de pensamiento no convencional.
Para el Conde de Siruela, «lo bueno del oficio de editor es que siempre tienes que arriesgar». «Somos una especie de tahúres y nuestra suerte depende de nuestras apuestas». También se muestra defensor de la importancia de la literatura fantástica: «los mejores cuentos del XIX y XX son fantásticos».
No está en contra del e-book pero se inclina por «el libro de papel, por el objeto sensual»: «estoy convencido de que la alta cultura va a seguir vinculada al libro de papel. El libro es un arquetipo y los arquetipos nunca perecen».
Interesado desde siempre como editor en indagar y divulgar lo más rescatable del pensamiento esotérico, él mismo ha escrito un ensayo, »El mundo bajo los párpados», en el que indaga en el mundo de los sueños: «trata del sueño como fenómeno histórico, sagrado, psicológico e incluso metafísico. Me metí en temas difíciles, pero es un libro literario, narrativo, y creo que nada aburrido. Pretende hacer contemplar el sueño desde otras perspectivas, racionales, pero no racionalistas, y abrir la mente».
Y es que, según Jacobo Fitz-James Stuart, «la sustancia de la realidad es amplísima y misteriosa». Por eso las tres vías que orientan su trabajo son: «vindicar la brevedad, recuperar la memoria, lo que hemos perdido, y también el gozo de la imaginación. Pero no la imaginación como escapismo, sino como vía de conocimiento. Quiero decir que si publicamos mitos, sueños, alegorías espirituales o cuentos fantásticos, es porque todo ello está rebosante de verdades internas, psicológicas y espirituales».
Turia es, con 29 años de trayectoria y periodicidad cuatrimestral, una de las publicaciones culturales españolas más veteranas y reconocidas, por cuya labor obtuvo el Premio Nacional al Fomento de la Lectura.