En el proyecto, además de la Unidad del Sueño del hospital Quirón de Valencia, participan el Instituto de Biomecánica de Valencia y centros tecnológicos de Bélgica e Inglaterra.
La función del colchón será la de detectar los factores de riesgo externos durante el sueño y, una vez detectados, estimular al bebé para que reinicie la respiración. En caso de no conseguirlo, la colchoneta activa unos mecanismos para avisar a los padres mediante una alarma conectada al móvil, tableta u ordenador y que estos intervengan de manera inmediata.
Se calcula que en Europa fallecen anualmente 2.400 niños por muerte súbita, sobre todo lactantes de entre dos y ocho meses de edad. Como explica el doctor Gonzalo Pin, jefe de la Unidad del Sueño y coordinador de la Unidad de Pediatría de Hospital Quirón Valencia, «la muerte súbita es el resultado de la confluencia de tres causas: una vulnerabilidad innata, un momento del desarrollo crítico y un factor exterior.
Entre los motivos exteriores se encuentran el exceso de calor, la apnea prolongada, el humo del tabaco, el reflujo gastroesofágico y una postura inadecuada durante el sueño. Un fallo en el mecanismo del despertar del niño es el resultado final que conduce al fallecimiento, de ahí la importancia de la activación de los controles de alarma.»