En el primero de los casos, una mujer de 38 años, denunció a un ex compañero de piso por un delito de agresión sexual. Tras recibir la denuncia, los agentes averiguaron que la denunciante había convivido en la misma vivienda con una pareja, los cuales la habían denunciado previamente por varios delitos de hurto, y habían provocado que fuera detenida y puesta a disposición judicial por estos hechos.
Una vez en libertad, la mujer se dirigió a la Comisaría para interponer una denuncia por agresión sexual contra el excompañero de piso que la había denunciado por los hurtos.
En el relato de los hechos, la misma manifestó que al ir a recoger sus enseres a la vivienda, el hombre se abalanzó contra ella con la intención de agredirla sexualmente. Finalmente, los agentes determinaron que todo había sido mentira, y que la mujer había actuado movida por un sentimiento de venganza.
La segunda detenida es una mujer de 71 años arrestada por fingir haber sufrido un robo con violencia en el que supuestamente le habían arrebatado 1.500 euros. Tras las investigaciones, los agentes llegaron a la determinación de que no se había producido tal robo, que la mujer había denunciado falsamente para poder cobrar la indemnización del seguro.
La tercera detenida es una mujer de 65 años que manifestó que unos antiguos inquilinos le habían causado desperfectos en la vivienda que les había arrendado y se habían apropiado de objetos de su propiedad. Posteriormente, los agentes averiguaron que en realidad, la mujer pretendía no devolver los 3.000 euros de la fianza del alquiler.