Francisco Granados era uno de los hombres fuertes de Esperanza Aguirre. Fue, incluso uno de los nombres que sonó como sustituto de la rpesidenta. Pero su enfrentamiento con Ignacio González fue de tal calibre que perdió la batalla. Ex-alcalde de Valdemoro, ex-consejero de Justicia y exvicepresidente también estuvo salpicado en un caso de espionaje dentro del PP. En su pulso con González y también con Aguirre perdió la secretaria general del PP madrileño.
Casado, con dos hijas y Miembro del Partido Popular de Madrid, la carrera política de Francisco Granados (1964) comenzó cuando se presentó a las elecciones municipales a la alcaldía de Valdemoro en 1995; siendo el candidato más votado pero no logró gobernar tras el pacto entre el PSOE e IU. En 1999 obtiene la mayoría absoluta, siendo investido alcalde, y en 2003 repite la alcaldía.
El Partido Socialista de Madrid denunció ante Fiscalía Anticorrupción irregularidades en la campaña electoral en Valdemoro. Le acusaron de pagar con dinero del ayuntamiento folletos electorales para su campaña y regalos promocionales distribuidos entre los votantes. Ese mismo año, es elegido diputado en la Asamblea de Madrid, y renuncia a su cargo de alcalde para pasar a ser Consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid.
En 2003 presidió la Comisión Investigadora del denominado tamayazo, pasando a ser el número tres de la Comunidad de Madrid y uno de los hombres fuertes del Gobierno de la presidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre.
Un año más tarde, en 2004, pasa a ser el Secretario General del PP de la Comunidad de Madrid y también es nombrado consejero de Presidencia, asumiendo las competencias de Interior en 2007 y Justicia en 2008.
Enredado siempre en asuntos poco claros
Granados ha visto como su carrera política se ha visto enredaba en sucesivas polémicas. Granados y su sucesor en la alcaldía de Valdmeoro, José Miguel Moreno Torres, compraron a David Marjaliza (amigo de la infancia de Granados, ex-presidente de Nuevas Generaciones y concejal de Valdemoro hasta 1995) sendos chalets en Marbella valorados en 200.000 euros en 2002, por los que habían adelantado la suma de 33.000 euros. Marjaliza recompró ambos unos meses mas tarde.
Unos grandes almacenes de Madrid le facturaron al político los muebles de cocina del chalet un año mas tarde, cuando ya no era de su propiedad. Granados explicó que la factura estaba a su nombre por error del proveedor.
El 23 de octubre de 2006, alguien incendió intencionadamente el Mini Cooper de la esposa de Granados, en el garaje de la vivienda que este ocupaba entonces, en Valdemoro. Se descubrió así que el coche estaba a nombre de la empresa Grandes Locales de Negocios S.L., una constructora local contratista del ayuntamiento. La misma constructora, propiedad de otro amigo de Granados, Ramiro Cid, construyó también dicha vivienda. Una promotora ligada al grupo se la vendió al entonces alcalde.
El político adujo que el coche había sido adquirido por su esposa en un negocio local de compra-venta de vehículos, Car Valdemoro, que no había tramitado la transferencia. El gerente de dicho negocio confirmó la operación, y justificó la ausencia de transferencia por retrasos burocráticos de Tráfico. Los periodistas comprobaron que la transferencia no había sido solicitada jamás. Car Valdemoro es propiedad de José Miguel Moreno Torres, sucesor de Granados en la alcaldía de Valdemoro. Los políticos de Partido Popular consideraron el hecho un atentado terrorista.
Una casa de 1.000m2
Se construyó una casa de lujo de 1.000 m2 sobre seis parcelas donde el Plan General permitía edificar otros tantos chalés de 261 metros cuadrados. El grupo Obras y Vías era propietario del suelo y constructora de la mansión, y dueña a su vez de Grandes Locales de Negocio S.L., la propietaria del vehículo incendiado. Granados contrató la construcción del chalet sin pagar nada por el suelo.
El tipo más sucio del mundo, según un testigo protegido
En 2009, un alto directivo de una constructora de la zona, DICO, denunció haber pagado comisiones millonarias a diversos alcaldes, refiriéndose Granados como «el tío mas sucio del mundo». Pese a que el ejecutivo declaró ante la fiscalía anticorrupción como testigo protegido, Granados consiguió conocer su identidad. El hecho fue muy comentado al coincidir en el tiempo con la divulgación de una comida secreta que el acusado había mantenido con el juez encargado de la investigación del caso Gürtel, en el que estaban implicados algunos de sus socios y compañeros de partido. El ex consejero ha negado siempre haber recibido soborno alguno de DICO.
En 2009, un alto directivo de una constructora de la zona, DICO, denunció haber pagado comisiones millonarias a diversos alcaldes, refiriéndose Granados como «el tío mas sucio del mundo». Pese a que el ejecutivo declaró ante la fiscalía anticorrupción como testigo protegido, Granados consiguió conocer su identidad. El hecho fue muy comentado al coincidir en el tiempo con la divulgación de una comida secreta que el acusado había mantenido con el juez encargado de la investigación del caso Gürtel, en el que estaban implicados algunos de sus socios y compañeros de partido. El ex consejero ha negado siempre haber recibido soborno alguno de DICO.
Además, los concejales del Partido Popular José Luis Peñas y Juan José Moreno le señalaron en su declaración ante el juez como uno de los cargos del gobierno madrileño que presionaron para que el alcalde de Majadahonda, Ricardo Ortega, procesado en el caso, amañara una venta de suelo público.
Uno de los constructores denunciados era Julián Jiménez de los Galanes, presidente del grupo DICO, que según los declarantes, es amigo personal de Granados y habría llamado a Ortega de su parte para exigirle su dimisión. Granados negó que algo así hubiese podido ocurrir, dado que por su cargo en el partido, hablaba directamente con Ortega casi a diario, pero no negó su relación con Jiménez.
Y en 2009, se publicó información que relacionaba la Consejería de Interior, que presidía, con una trama de espionaje a sus compañeros de partido Ignacio González, Manuel Cobo y Alfredo Prada. Tras una investigación judicial, el 15 de Julio de 2010 la juez competente dictó auto de archivo del caso por no haberse acreditado la realidad de los seguimientos, y por falta de indicios de delito. En 2010 la Audiencia de Madrid ordenó a la juez reabrir el caso y reunir las pruebas necesarias para procesar a los acusados por malversación de caudales públicos.
En 2010, se citó su nombre en un artículo sobre los problemas para adoptar medidas de austeridad en la administración española, mencionando el problema de la inamovilidad de los funcionarios.
En septiembre de 2011 presentó una declaración de bienes en la que afirmaba haber cobrado de la Comunidad de Madrid 15.000 euros más de lo que declara oficialmente como su sueldo.
Su penúltima capítulo sucedió en la remodelación del gobierno de Esperanza Aguirre, realizada en junio de 2011, cuando la presidenta de la CAM prescindió de sus servicios.
Detenido, finalmente, en una operación contra la corrupción
El exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados, detenido este lunes en una operación contra la corrupción, dejó la política hace ocho meses, cuando dimitió como diputado en la Asamblea de Madrid y como senador, tras la polémica suscitada con una presunta cuenta en Suiza que podría asceder a 1,5 millones de euros.
Tras esta decisión, Granados, que también fue alcalde de Valdemoro y consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Esperanza Aguirre, estuvo durante un tiempo conservando la presidencia del PP de Valdemoro, que finalmente abandonó. Tras su salida de la política, se fue a trabajar a un banco de inversión francés.
Granados ostentó tres consejerías en los Gobiernos de la expresidenta regional y presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, con la que en los últimos dos años ha discrepado en muchas cosas, según ha reconocido él mismo.
Fuentes del PP de Madrid han destacado que Granados dejó la presidencia del Partido Popular de Valdemoro «muy poco tiempo después» de dimitir como diputado regional y como senador. Lo hizo «por iniciativa propia», han remarcado las mismas fuentes a Europa Press.
La última vez que la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, abordó en un medio de comunicación el asunto de Granados declaró que vería «estupendamente bien» que dimitiera y que era «un gesto de dignidad».
Aguirre consideró entonces que «tener una cuenta en Suiza no es delito pero para un políticos sí». Ya opinaba entonces que aún «falta mucha información» sobre la cuenta en Suiza del senador popular.
Ya opinaba entonces que aún «falta mucha información» sobre la cuenta en Suiza del senador popular. «Falta mucha información», ya que si las autoridades helvéticas dicen han comunicado la existencia de una cuenta hasta finales de 2013 y Granados dice que la canceló en 1999 y asegura que repatrió los 300.000 euros con los que contaba «tendrá que haber una documentación», apostilló.