La Nave Boetticher, ahora Madrid Innovation Campus y antes la Catedral de las Tecnologías, ha empezado a rodar este lunes con la firma de un protocolo de intenciones, doce años después de ser ideado el proyecto, con el MIT de Harvard como modelo y con la idea de abrirse a toda la sociedad, desde emprendedores, a universidades y multinacionales, en definitiva, a interesados en «aportar sus ideas, capacidades y su espíritu transformador» para apostar por la ciudad del futuro.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha firmado este lunes el protocolo de colaboración con Telefónica, Microsoft, Intel, la Universidad Politécnica de Madrid, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, Cisco, Ferrovial Servicios e Indra. Se trata de un ejemplo más de colaboración público-privada.
Botella, además, ha señalado que la apertura del campus en Villaverde tiene algo de simbólico, tras el cierre de numerosas fábricas en el distrito. «Se abre este campus de la innovación porque responde al espíritu de una nueva época. Esta nave debe representar como lo importante son las instituciones, no las personas, que pasan antes o después, pero las obras deben permanecer», ha declarado.
Así, ha recordado que el proyecto se inició con Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde y ahora es su equipo el que lo termina. «Esto será una realidad. Lo que distingue a los países serios y las administraciones serias es la continuación de las obras que se emprenden», ha lanzado.
En 1944 el ingeniero Eduardo Torroja –considerado el mejor especialista en estructuras de hormigón y, como curiosidad, abuelo de la cantante de Mecano–, terminó la Nave Boetticher en el distrito de Villaverde. Este edificio singular, con bóvedas de hormigón y amplios lucernarios por donde entra la luz natural, pasó a conocerse por el sobrenombre de la »Catedral industrial».
SIN ACTIVIDAD DESDE 1992
La actividad industrial cesó en 1992 pasando desde entonces por unos años de abandono, que sumió al edificio en el deterioro. En 2003 el candidato del PP a la Alcaldía, Alberto Ruiz-Gallardón, anunciaba su intención de impulsar este espacio, rehabilitarlo y dedicarlo a las nuevas tecnologías. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha firmado este lunes el protocolo de colaboración con el que arrancará la actividad a finales de año, en el último trimestre de 2015.
El objetivo del campus es que la ciudad se convierta en un centro neurálgico de la innovación abierta, un referente de la transformación digital y una plataforma para los emprendedores. Se persigue un lugar de encuentro de proyectos de emprendimiento, culturales y de formación relacionados con las nuevas tecnologías y de colaboración entre ciudadanos, administraciones, empresas y universidades.
«Queremos tener a mucha gente aquí concentrada creando. Lo más fructífero del esfuerzo viene cuando está rodeado de más gente haciendo lo mismo, como en el MIT de Harvard», ha puesto de ejemplo.
TUTELAJE PARA EMPRENDEDORES
Mención especial han recibido los emprendedores, quienes encontrarán en el campus tutelaje y posibilidades de financiación para realizar sus iniciativas. Dispondrán para ello de un edificio anexo, a pie de calle, al que los madrileños podrán acceder para conocer los proyectos en los que están trabajando.
Contribuirá a mejorar la economía de la ciudad, con datos de paro sensiblemente mejores que los de la media nacional aunque aún «inasumibles» –en 2014 se creó empleo neto por primera vez desde 2008 en la ciudad y la reducción del paro fue de un 5,5 por ciento–, en palabras de Botella. «Madrid es la región que más invierte y más personal dedica a la I+D de España. El esfuerzo inversor en 2013 fue de 3.434 millones de euros, lo que equivale al 26,4 por ciento del total nacional, empleando para ello a 47.609 personas, que suponen a su vez el 23,4 por ciento del total de España», ha desgranado.
La inversión en I+D en Madrid representa el 2,45 por ciento de su PIB. En la capital se concentran las empresas responsables de un 56,7 por ciento de esa inversión; las administraciones, que contribuyen con el 25,1 por ciento; y las universidades, que aportan el 18,1.