Harold Lloyd y Tom Chaplin, actores de la »antigua escuela», son sus ejemplos a seguir -según reconoció el pasado lunes en »El Hormiguero»-, y por ello Tom Cruise ha decidido que »Misión Imposible IV. Protocolo fantasma» sea lo más realista posible.
Cruise se colgó del edificio más alto del mundo -mide 828 metros- en Dubai para una de las escenas de la película, algo que decidió rodar él aunque podría haber hecho a ordenador o algún extra. «Me he formado durante muchos años y quiero realmente llegar al público y colocarles al borde del asiento con miedo, nervios y todo lo que sea necesario. Y por eso lo he hecho», confesó Cruise.
Esa escena vertiginosa, una de las más impactantes de la nueva película, fue aún más complicada de rodar de lo que parece. «Le dedicamos meses porque la temperatura del edificio es muy alta, era como estar en el desierto. Tuvimos que medir la temperatura para diseñar un traje con el material correcto. Además, el arnés me hacía un daño terrible y había mucho viento», le reconoció el actor a Pablo Motos en el Hormiguero, que estuvo varios días durante ocho y diez horas colgado.
La nueva entrega, en la que Ethan Hunt -Tom Cruise- tiene que salvar una vez más el mundo, está dirigida por el cineasta Brad Bird, que también ha contado con la participación de los actores Jeremy Renner, Paula Patton y Josh Holloway.
Cruise, que reconoció su perfeccionismo tras confesar que ha estado hasta 36 horas sin dormir para rodar algunas tomas de esta película, se enfrentará en esta cuarta parte a la falsa acusación de haber provocado un atentado contra el Kremlin. Tras esto, y desautorizados por el Gobierno, Ethan y su equipo debe enfrentarse a una misión sin recursos oficiales. El reto de la misión, esta vez, será impedir el comienzo de una nueva guerra mundial, algo que, seguramente, no sea del todo imposible.