«En cada risa también hay una lágrima», han manifestado los directores israelíes durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la visita que han realizado a España para presentar esta cinta.
»La fiesta de despedida» aborda la historia de un grupo de amigos que convive en una residencia de ancianos en Jerusalén y que construye una máquina de eutanasia para ayudar a un amigo enfermo terminal. A pesar de ser un secreto, pronto se extienden los rumores y más ancianos les piden ayuda, lo que les causa un dilema emocional.
La idea de este filme surgió a raíz de la muerte de Helga, la abuela del exnovio de Granit, quien falleció a los 87 años a causa de un cáncer. Ellos vieron cómo la muerte la liberaba de dolor, pero cuando todo había terminado, entraron en la habitación los paramédicos e intentaron resucitarla durante media hora, algo que la cineasta consideró «absurdo» y decidió contarlo en esta película.
No es la primera vez que esta pareja de directores abordan temas sociales con un «tono humorístico». Tal y como explican, creen que de esta forma pueden abrir «el corazón al público» para que escuchen lo que tiene que decir, un mensaje que se resume en el «alivio» que para muchas personas representa la muerte. «Actualmente la gente vive más, hay sufrimiento, enfermedades difíciles de tratar, así que la muerte a veces constituye una liberación», ha indicado.
Ambos directores dedicaron un periodo a investigar acerca del tema, leyeron muchos artículos e incluso contactaron con gente que viajó a Suiza porque no encontraron una solución adecuada en Israel. De hecho, cuentan que tras la película ha habido quien les ha pedido la máquina que se muestra en la película por si acaso en un futuro la necesitan.
Maymon cree que la principal polémica se encuentra en el terreno religioso, puesto que muchas personas creen firmemente que las vidas están en la mano de Dios. En este sentido, ha indicado que, pese a los primeros pasos hacia la eutanasia que se anunciaron en junio de 2014, opinan que «la eutanasia activa nunca será legal en Israel».
COMEDIA CONTENIDA
Ver »La fiesta de despedida» y taparse la boca para evitar una pequeña carcajada es casi imposible y Maymon y Granit son conscientes de ello, puesto que ese es su estilo: «Sabíamos que era un tema duro y queríamos romper el hielo con tono humorístico para llegar aun público más amplio. Abordarlo con humor porque en la vida hay dolor y hay algo serio, y hay una verdad».
El humorista Ze»ev Revach, muy conocido en Israel, y la actriz Aliza Rosen han tenido que poner en marcha un importante ejercicio de contención, según han explicado los directores de esta película, puesto que al ser actores cómicos están acostumbrados a improvisar, mientras que sus papeles requerían ser estrictos.
Ambos directores recuerdan este rodaje como un proyecto «divertido» en el que se sintieron en familia con los actores que, a pesar de tener 70 años, el ambiente parecía el de «un colegio infantil» porque actuaban como niños, bromeando y gastándose bromas los unos con los otros.
»La fiesta de despedida» llega a los cines españoles este viernes, después de su triunfal paso por los festivales de cine de Venecia, donde se hizo con el premio del público, y Valladolid, donde conquistó la Espiga de Oro y el premio ex-aequo para sus dos protagonistas femeninas.