El crítico de cine Quim Casas opina que la ficción de la televisión estadounidense está «por encima» del cine en cuanto a modelos y formas narrativas, y considera que «la libertad narrativa de las series no se encuentra en el cine».
Casas, que forma parte del comité de selección del Festival de Cine de San Sebastián, ha participado hoy en la 51 edición del Curso de Cinematografíala de la Cátedra de Cine que promueve la Universidad de Valladolid con un seminario sobre la relación entre cine y televisión.
En declaraciones a los periodistas ha remarcado que la «primera gran era» de la pequeña pantalla tuvo lugar a finales de la década de los cincuenta y principios de la década de los sesenta, y desde hace una década está inmersa en su «segunda gran era».
La libertad narrativa de la que ha hablado Casas se ejemplifica en el fenómeno de «Perdidos», una serie «muy exitosa» que tuvo una duración de seis temporadas (2004-2010), planteada visualmente como una «película larguísima», al igual que «Mad Men».
«Perdidos», que gracias a Internet se convirtió en un fenómeno que juega con el tiempo introduciendo «flashback» y con los personajes creando bloques y luego dejándolos de lado.
«24», serie de acción que se emitió desde 2001 hasta 2010, es un relato desarrollado en tiempo real, una estrategia que el cine «solo ha conseguido utilizar en casos muy puntuales» como en la película «Solo ante el peligro» (1952), de Fred Zinnemann, explica.
A nivel temático, también se han planteado aspectos «innovadores» que no existen en la gran pantalla y que Hollywood «ha absorbido» porque ha visto que había «mucho talento», opina el experto.
La televisión es un campo «interesante para explorar» y de ello se han dado cuenta directores como Tarantino, quien dirigió un episodio de «CSI:Las Vegas», Bryan Singer, productor de la serie «House», que ha dirigido algunas cintas de la saga «X-Men», y otros cineastas como Spielberg o Scorsese.
Aunque muchas series parten de elementos clásicos o actuales de la sociedad norteamericana, «24» se adelantó a predecir acontecimientos en varias temporadas como la llegada de un presidente afroamericano a Casablanca o que China será el país hegemónico mundial dentro de diez años, subraya Casas.
Y llama la atención sobre el hecho de que las adaptaciones de series de otros países son muy comunes, como por ejemplo «Homeland», que parte de la serie israelí cuyo título es «Hatufim», que significa «Secuestrados», o «The killing», «thriller» adaptado de la edición danesa que lleva el mismo nombre.
Los formatos de las series europeas son «distintos», pero se hacen cosas «interesantes», afirma.