Matthew McConaughey ha ganado el Oscar a Mejor Actor por »Dallas Buyers Club». El actor agradeció en primer lugar al director de la cinta y a Jared Leto, su compañero de cinta. Quiso agradecer la oportunidad a Dios, «oportunidades qeu no están al alcance de cualquiera», a su familia, «a mi padre, que está celebrándolo en calzoncillos con una copa y bailando, a mi madre, a mi mujer y mis hijos por la valentía que me dais cada día» y terminó agradeciendo a su «héroe, al que persigo desde que tenía 15 años, que soy yo mismo y que nunca llegaré a ser el héroe porque es alguien que me impulsa a seguir adelante».
McConaughey terminó diciendo que «así hay que seguir» y se marchó muy emocionado.
Ni más ni menos que 20 kilos tuvo que perder Matthew McConaughey para interpretar a Ron Woodroof, en ‘Dallas Buyers Club» , el papel que le ha valido el Oscar al mejor actor, desbancando a los dos grandes favoritos: Leonardo Dicaprio y Chiwetel Ejiofor. El esfuerzo y las posibles consecuencias físicas han tenido su premio.
Debido a su físico, pocos eran los que le tomaban en serio, tanto la crítica como el público. Hemos estado acostumbrados a un McConaughey macizo y galán, icono de comedias románticas como ‘Planes de boda’, ‘Cómo perder a un chico en diez días’ o ‘Los fantasmas de mis exnovias’, género que no falla en taquilla. Aunque tampoco se debe olvidar papeles memorables como ‘Movida del 76’ o ‘Amistad’. Y es que veinte años de carrera dan para mucho.
Fue a partir del año 2011, cuando el actor tejano decidió cambiar de rumbo su carrera cinematográfica y comenzar a hacer otro tipo de papeles “más serios”. Desde ese momento, el Matthew que habíamos conocido dio un giro de 180 grados para dejar a más de uno con la boca abierta. ‘El inocente’, ‘Killer Joe’ o ‘Magic Mike’ son títulos que pertenecen a esta nueva etapa de McConaughey.
Pero no ha sido hasta el año 2013, con su interpretación de Ron Woodroof, un un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron SIDA, cuando la crítica le ha tenido en cuenta. Para llevar a cabo este papel, tuvo que perder aproximadamente 20 kilos, renunciado a gran parte de su atractivo físico. Y es que a la Academia de cine de Hollywood le gustan los cambios (adelgazar, engordar…) y mucho más si son a peor, veáse Charlize Theron en su papel de ‘Monster’, que le valió una estatuilla o Tom Hanks en ‘Naúfrago’.