El británico Ken Loach, de 75 años, fue coronado el domingo por el jurado del 65º Festival de cine con el premio del Jurado por «The angel»s share», una comedia sobre un joven ex delincuente que trata de rehacer su vida tras iniciarse al arte de catar el whisky.
Este es el quinto premio obtenido en Cannes por este cineasta partidario de un cine comprometido, que conquistó la Palma de Oro en 2006 con «El viento que agita la cebada».
Loach fue galardonado dos veces con el Premio del Jurado por «Lloviendo piedras», en 1993, y en 1990 por «Agenda oculta». También recibió el premio al mejor guión en 2002 por «Sweet sixteen».
El realizador, que cumplirá 76 años en junio, habla en «La parte de los ángeles» de la dificultad para los jóvenes de hacerse un lugar al sol en una Europa devastada por el desempleo.
Su cinta retrata a un grupo de jóvenes con antecedentes judiciales y sin perspectivas, cuya vida cambia cuando uno de ellos, Robbie, un joven destinado a ser un perdedor, es condenado a una pena de trabajo social y descubre el arte de catar el whisky.
Ello le permitirá al joven organizar una estafa y luego encontrar un empleo, en el universo especial del whisky, con lo que logra escapar de su sórdido destino y sacar adelante a su esposa y pequeño hijo.
El excelente guión de esta fábula social, realista y tierna, galardonada con el premio del Jurado, es de Paul Laverty, un abogado y cineasta escocés que ha colaborado con Loach en nueve películas, entre ellas «La canción de Carla», que transcurre en Nicaragua, donde vivió tres años.
El filme premiado hoy en Cannes tiene el tono divertido y emotivo de su filme anterior, «Looking for Eric», muy lejos de la contundente y sombría «Route Irish», que presentó hace dos años en Cannes en concurso por la Palma de Oro.
El cineasta, que sitúa la película en el oscuro y lluvioso Glasgow y en las hermosas colinas de Escocia, expresó en Cannes su cólera, su dolor y compasión por una generación de jóvenes «que han sido olvidados por la sociedad».
«La sociedad ha olvidado a los jóvenes», los ha excluido «con un sistema que está destruyendo nuestras vidas», lamentó el realizador, que con este filme explora una vez más el universo de los perdedores.
A fines del año 2011 el número de jóvenes desempleados en Inglaterra superó la cifra del millón, por primera vez. «Y en estos momentos hay en Europa 75 millones de personas desempleadas», recordó.
Pero de esa sombría realidad, el veterano director hace una comedia deliciosa, que destila optimismo y alegría de vivir.