Rosetta y Philae, dos nombres que hasta hace unos días asociábamos a la antigua civilización egipcia son desde el 13 de junio los nombre de uno de los hitos espaciales de la humanidad. Tras la conquista de la luna, llegó la de un cometa, el cuerpo celeste más antiguo del Universo que se cree pudo haber traído agua y la vida a la Tierra en el momento de la gran explosión.
Desde la publicación del éxito de la misión, la misión Rosetta acapara portada y titulares por lo excepcional de la hazaña. Un viaje de 6.500 millones de kilómetros durante 10 años. Tras cinco paseos alrededor del sol, dos vueltas alrededor de la tierra y una alrededor de martes y 31, hemos aterrizado en un cometa que se mueve a 66.000 kilómetros por hora.
Te Interesa.es viaja a la sede española de la Agencia Europea Espacial en Madrid para hablar con dos coordinadores de la misión y el portavoz de la misión. ¿El objetivo? Un viaje en miniatura por la misión Rosetta.
La sede en Madrid, situada en Villanueva de la Cañada, es una torre de Babel. Más de 350 científicos e ingenieros trabajan en el centro operacional donde realizan las operaciones científicas de todos los satélites de observación astronómica y del sistema solar. Es decir una vez que el satélite está en órbita definen la agenda del satélite, la calibración, el archivo de los datos, el interfaz con los científicos.
Situada a los pies del castillo de Villanueva de la Cañada, el centro cuenta con Antenas de seguimiento de satélites en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) de la Agencia Espacial Europea (ESA), oficinas y una maqueta 1:4 de la misión Rosetta.
Hay cuatro antenas en las instalaciones. Dos de 15 metros de diámetro, una de 12 metros y otra de 5,5 m. Hace unos años estaban en constante actividad pero hoy solo la más pequeña sigue los pasos de uno de los satélites de la ESA.
Pero la niña bonita del centro es la maqueta 1:4 de la misión Rosetta. En ella hacemos una parada para que Laurence O`Rourke y Michael Kueppers, coordinadores de la misión Rosetta nos muestre el viaje en miniatura.
De la mano, de Kueppers recorremos los 10 instrumentos que lleva Rosetta. Entre ellos, la cámara Osiris (Optical, Spectrocopic and Infrared Remote Imaging System), que cuenta con una cámara gran angular para estudiar las emisiones de polvo y gas de la superficie del cometa y otra de ángulo estrecho capaz de obtener imágenes en alta resolución del núcleo de 67P. También vemos el tambor en el que viajó durante diez años Philae.
Philae es mucho menor. Su tamaño es el de una lavadora. En una caja de un metro cúbico forrada con tres paneles solares lleva diez instrumentos diseñados para detectar y analizar ese tipo de moléculas y compararlas con sus versiones terrestres para ver si son iguales.
La información que la misión Rosetta enviará a la Tierra servirá para años de estudio, por lo que los investigadores reiteran que es poco probable hablar de hallazgos en un plazo corto. La vida de esta misión acaba de empezar y se prolongará durante años.