El cometa Ison se debatirá este jueves entre la vida y la muerte al pasar muy cerca del sol. Tendrá dos opciones: salir ileso de la alta actividad del astro rey o desintegrarse por la acción de la gravedad solar, las altas temperaturas a las que se verá sometido y la intensa radiación que sufrirá. Si sobrevive, será el mayor espectáculo de los cielos este siglo y uno de los más grandes desde hace décadas.
El director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata y presidente de la Asociación Astronómica de España, Miguel Gilarte Fernández, cuenta que no sabremos si ha sobrevivido hasta varios días después, cuando salga de detrás del Sol.
ISON fue descubierto el 21 de septiembre de 2012 por Vitali Nevski y Artyom Novichonok, dos astrónomos rusos que pertenecen al proyecto internacional International Scientific Optical Network (Red Óptica Científica Internacional). Este objeto que atraviesa el Sistema Solar es muy interesante para los investigadores porque «es probable que tenga material y restos de los inicios del Sistema Solar», explica Gilarte.
Este cometa procede de la nube de Oort, una hipotética esfera que rodea nuestro sistema solar a dos años luz y sería la primera vez que se integra en nuestro Sistema Solar. «La nube contiene los inicios de la formación del sistema solar y al proceder de allí viene virgen, sin desgaste y se podrían analizar estos primeros restos si sobrevive».
El jueves, el cometa alcanzará su perihelio (punto más próximo al Sol) «cuando se acerque a nuestra estrella a solo 1.200.000 km, unas 125 veces más cerca que la órbita de la Tierra con respecto al Sol», señala este experto.
La incertidumbre reina entre los expertos ya que no se sabe realmente lo que puede pasar. «Hay cometas más pequeños que este que han superado al sol a pesar de acercarse más a él, y otros más grandes que se han desintegrado estando más lejos», destaca el presidente de la Asociación Astronómica de España.
Si sobrevive, el 26 de diciembre se podrá llegar a ver como una luna llena
Gilarte también cuenta lo que pasará si de verdad sobrevive al jueves. «Se podrá ver a simple vista a partir de la primera semana de diciembre en el hemisferio norte y su máximo se alcanzará el 26 de este mismo mes, cuando estará más cerca de nuestro planeta».
«Incluso puede que se llegue a ver como una luna llena y a plena luz del día. Este cometa será espectacular de ver por observar su núcleo, la cabellera que lo rodea, una cola larguísima y va a ocupar una extensión muy grande, como la osa mayor, que es de las más grandes. También pasará por la estrella polar», explica Gilarte.
Este experto asegura que la Tierra no corre ningún peligro por el desprendimiento de fragmentos del cometa ya que estos suelen permanecer en la misma trayectoria que el objeto. Además, el 12 de enero nos dejaría una pequeña lluvia de estrellas duradera.
Este cometa es muy curioso porque es la primera y la última vez que lo vamos a ver. “El cometa tiene una órbita hiperbólica, abierta, por lo que será la primera y la última vez que lo veamos. Muchos cometas son despedidos de nuestro Sistema Solar y lanzados a otros sistemas planetarios, lo mismo que nosotros los recibimos de aquellos. Por ello se piensa que los cometas son la causa de la vida, ellos llevan elementos fundamentales para crearla, pero deben caer en lugares adecuados, en planetas como la Tierra (teoría de la panspermia)”, destaca el director del Observatorio Astronómico de Almadén de la Plata.