El rostro humano no solo informa sobre la personalidad, la edad o el sexo de la persona. Un equipo de investigadores de la Universidad Charles de República Checa ha demostrado ahora que las funciones expresivas y comunicativas del rostro pueden ayudar a averiguar el coeficiente intelectual de un hombre.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores mostraron 80 fotografías de hombres y mujeres a 160 estudiantes para determinar el vínculo entre coeficiente intelectual y la inteligencia percibida con la forma del rostro de una persona.
El trabajo, publicado por la revista ‘Plos One’, reveló que hombres y mujeres son capaces de averiguar con precisión la inteligencia de otros individuos con sólo mirar sus rostros, aunque eso sí sólo si las caras son de varones. En el caso de las imágenes de mujeres fue imposible saber con exactitud cuál era su inteligencia percibida.
Los rostros con barbillas cuadradas y anchas y ojos juntos fueron relacionados con personas con menor grado de inteligencia. Por su parte, aquellos que poseían una cara alargada y una nariz grande se percibieron como más inteligentes.
Aunque los resultados no siempre coincidieron con el real coeficiente intelectual (IQ) de los rostros mostrados, la norma cumplió en su mayor parte con el verdadero grado de inteligencia de los individuos de las fotografías.
Los investigadores trabajan ahora en determinar por qué los estudiantes no fueron capaces de determinar el IQ de los rostros de mujeres. Entre las múltiples posibilidades que consideran los científicos se encuentran: que la belleza de las mujeres se imponga a la hora de calificar su inteligencia, que los rasgos de inteligencia sólo se reflejen en los varones o que las féminas sepan apreciar el talento del sexo opuesto como una particularidad evolutiva.