Aunque el viaje de Venus por las Pléyades se prolongue hasta el próximo día 5, el mejor momento para verlo será la noche del martes 3 de abril, desde que se ponga el sol hasta aproximadamente las 00:45. Este espectáculo astronómico se podrá disfrutar a simple vista, con prismáticos o con un pequeño telescopio.
El fenómeno no se repetirá hasta dentro de ocho años, aunque aún podremos observarlo hasta el próximo día 5 de este mes. El acercamiento visual es posible gracias a que el sistema solar se formó a partir de un disco protoplanetario y todos los cuerpos quedaron aproximados en un mismo plano. Las Pléyades se encuentran en Taurus, una de las constelaciones que atraviesa ese plano. De esta forma, este cúmulo de estrellas es susceptible de ser “visitado” por la Luna y el resto de planetas del sistema solar.
Venus se situará a 97,56 millones de km, aunque su tamaño aparente será el de una moneda de 1 euro situada a 184 metros de distancia. El planeta vecino es el más cercano a la Tierra y el más parecido en tamaño (nuestro planeta es tan sólo 1,05 veces más grande). El efecto óptico nos hará verlo atravesando la constelación de estrellas. El planeta es uno de los cuerpos estelares que más brilla en el cielo ya que su atmósfera refleja gran parte de la luz que le llega del Sol, lo que se conoce en Astronomía como albedo.
Por su parte, las Pléyades están un poco más lejos: 440 años luz, pero su tamaño aparente en el cielo equivale al de 3 lunas llenas. El cúmulo está formado por unas 500 estrellas de las cuales se pueden distinguir a simple vista hasta 8, dependiendo de la agudeza visual de cada uno y de las condiciones de oscuridad del cielo.
En la mitología clásica, las Pléyades representan la familia del titán Atlas y la ninfa marina Pleione, siendo el resto de estrellas visibles a simple vista algunas de sus hijas: Alcyone, Electra, Maia, Merope, Taygeta y Celaeno.