El presidente de México, Enrique Peña Nieto, alabó hoy a los voluntarios que participan en las labores de auxilio a las víctimas del terremoto de ayer, y los exhortó a mantener su apoyo: «todos somos uno cuando se trata de salvar una vida», dijo.
En un mensaje a la nación, Peña Nieto detalló esta noche que la respuesta gubernamental a la emergencia se dividirá en tres etapas: apoyo a la población damnificada, elaboración de un censo exhaustivo de los daños materiales, y reconstrucción.
Esta última, señaló, «requerirá inicialmente la demolición de edificios con daños estructurales irreparables y la remoción de escombros».
«En esta etapa será necesaria la participación activa del sector privado y de la sociedad en su conjunto durante las semanas por venir», expuso el mandatario.
Asimismo, hizo un «reconocimiento a los voluntarios que están auxiliando incondicionalmente a quien lo necesita», y agradeció también en nombre de la nación «los miles de mensajes de solidaridad y de aliento provenientes de todas partes del mundo».
«México ha aceptado la ayuda técnica y especializada que nos han ofrecido diversos países, en particular España, Estados Unidos, Israel, Japón y otras naciones de la región latinoamericana que tienen reconocida experiencia en la respuesta a desastres naturales como los que enfrentamos», abundó.
El presidente aseguró a los habitantes de las zonas afectadas que no están solos. «Trabajando juntos, vamos a salir adelante», declaró.
«Ante la fuerza de la naturaleza, todos somos vulnerables y por eso todos somos uno cuando se trata de salvar una vida o ayudar a una víctima. Si algo distingue a los mexicanos es la generosidad y la fraternidad. Les pido que sostengamos la mano que hoy todos le estamos dando a México», acotó.
Hasta ahora las autoridades han reportado 230 fallecidos por el seísmo de magnitud 7,1 del 19 de septiembre, de los cuales 100 corresponden a Ciudad de México, 69 al estado de Morelos, 43 a Puebla, 13 al Estado de México, cuatro a Guerrero y uno a Oaxaca.