Según han informado este jueves en un comunicado, forzaban la entrada para acceder y sustraían las baterías, lo que causaba un gran perjuicio a la empresa y los usuarios, que a causa de la caída del fluido eléctrico en muchas ocasiones perdían el suministro.
La policía descubrió en varias chatarrerías las 25 baterías, que se habían sustraído en estaciones de Segur de Calafell, Vendrell, Alió, Pla de Santa Maria y Perelló, y cuya reposición tiene un coste estimado de 80.000 euros.