La obra relata como el exceso de pienso desencadena en una epidemia en la pocilga de cerdos que provoca que se devoren unos a otros y, paralelamente, las complicaciones económicas en la granja hacen que los empleados se deshumanicen y luchen desesperadamente para mantener el lugar de trabajo rutinario «sin otra esperanza que una muerte indolora».
La compañía andaluza presenta un montaje que aborda «la visión del mundo como simulacro», manteniendo los elementos tragicómicos característicos de La Zaranda y dando un paso adelante en su trayectoria poética y conceptual, ha destacado el Temporada Alta.