El acuerdo incluye congelar las tablas salariales; percibir importes lineales para toda la plantilla en función de la productividad, y fijar un porcentaje máximo de trabajadores temporales, además de implementar medidas para reducir el absentismo y mantener la jornada de trabajo anual.
El director general, Eduard Jaklitsch, ha destacado que el nuevo convenio generará un marco socialmente estable y transmitirá confianza a los clientes y al mercado financiero, además de remarcar que para una compañía catalana que exporta más del 95% de su producción, «la competitividad es el principal elemento que puede garantizar la supervivencia» del proyecto empresarial.
El presidente de los comités de empresa, Xavier Rodríguez, ha afirmado que los sindicatos han apostado por una «visión realista, pero sin renuncias» para que los esfuerzos de contención laboral de los trabajadores redunde en beneficio de todos, y ha elogiado a los empleados por contribuir al crecimiento de la empresa y mantener la máxima ocupación en sus plantas.
La compañía, participada por Avançsa, cuenta con centros de producción en Campdevànol, Ripoll (Girona) y Reinosa (Cantabria), y está especializada en la transformación del acero para su forja y en la mecanización de piezas y componentes para sectores como el de la automoción y construcción.