La compañía ha explicado en un comunicado que el perfil del inversor es el de una persona con capital y «clara visión de obtener rentabilidad» atraída por la calidad de vida de la ciudad y la bajada de precios durante la crisis.
Ha añadido que también ha animado el mercado la ley de Emprendedores de 2013, que permite obtener la nacionalidad española a cambio de una inversión inmobiliaria de al menos 500.000 euros.
Por lugar de procedencia, a los tradicionales inversores centroeuropeos y nórdicos se les han sumado en los últimos años cada vez más compradores de Europa del Este, americanos y asiáticos.
Coldwell Banker estima que en Barcelona hay unas 400 propiedades a la venta de más de un millón de euros, y que este mercado genera un movimiento aproximado de unas 150 operaciones de venta anuales con un impacto aproximado de 300 millones de euros.
Coldwell Banker España y Andorra dispone de una cartera superior a las 100 propiedades con esta cotización y cierra una media de 30 operaciones anuales de estas características en Barcelona.
El 40% de las viviendas consideradas de lujo que gestiona Coldwell Banker en la ciudad, se sitúan entre los 750.000 y 1,5 millones de euros; el 32% entre el 1,5 y los 3 millones, el 20% entre 3 y 5, y el 8% restante, por encima de los 5 millones.