La investigación, que ha sido publicada en la revista »Journal of Psychiatry&Neuroscience», demuestra que esta terapia mejora los síntomas depresivos y que es necesaria una «estimulación continuada» para mantener sus efectos.
La ECP se basa en la colocación estereotáxica intracerebral de electrodos bilaterales que están conectados de forma permanente a un neuroestimulador.
Se trata de una opción terapéutica en el que se interviene directamente sobre la zona cerebral o los circuitos implicados en la depresión.
Solo existen cinco grupos a nivel mundial que aplican esta técnica en la depresión refractaria, y este estudio coloca al Sant Pau «en primera línea internacional en investigación y tratamiento de la depresión».