El precio de estos productos también crecerá ligeramente oscilando entre los 35 y los 49 euros el kilo, y los turrones evolucinan hacia barras más pequeñas, elaboraciones más ligeras y menos dulces, y nuevos sabores.
Además de los tradicionales, como el de yema tostada, el de jijona, los trufados y los de praliné, las pastelerías están introduciendo sabores de bebidas y cocktails –desde te a carajillo y Gin tonic–, frutas –como mandarina, mango y frambuesas– y frutos secos no habituales en este dulce navideño, como cacahuetes, pistachos y nueces de Macadamia.
También proliferan otras especialidades para estas fiestas, como el tronco de Navidad y los pasteles y troncos de fin de año, así como el Panettone, de origen italiano.
El Gremio ha destacado que los turrones de pastelería son un producto elaborado con ingredientes de primera calidad y sin conservantes ni colorantes, que además incorporan los sabores del siglo XXI.