Así lo ha explicado en la Comisión de Cultura el concejal de Educación, Gerard Ardanuy (CiU), que ha valorado que es un «operativo» que no pone en riesgo la vida de los niños, y han sido los propios padres quienes han pedido –firmando una autorización– que sus hijos sigan atendidos en el centro.
Ardanuy ha añadido que el viernes empezó el protocolo para reubicar «caso por caso» a los alumnos del centro afectado en otros de la red de guarderías municipales.
La guardería está en el Centro Cultural Teresa Pàmies, junto a la biblioteca Agustí Centelles, que se cerró en diciembre provisionalmente al detectarse también posibles afectaciones por lipoatrofia circular.
Los grupos de la oposición han celebrado la decisión del Gobierno municipal de cerrar el centro educativo y le han pedido que valore seriamente el riesgo de que la ludoteca y el centro cívico del centro cultural también se vean afectados.
El líder de ERC, Jordi Portabella, ha considerado «fundamental» exigir responsabilidades a los causantes de las afectaciones del edificio y que el Ayuntamiento establezca un protocolo que evite que surjan nuevos casos de lipoatrofia circular en la contratación, adjudicación y seguimiento de obras.