Según un comunicado, los autores –jóvenes de una misma familia– esperaban a que la víctima hubiese tecleado su código de identificación en el cajero para colocarse a su lado, tapar la pantalla con una carpeta y pedir una firma o donación para una falsa asociación de sordomudos.
Los presuntos ladrones aprovechaban la confusión para teclear el importe máximo permitido en extracciones en cajeros –de 300 a 600 euros, según la entidad– y retirar el dinero, un método que en lenguaje policial se conoce como »scalping».
La investigación empezó en septiembre de 2014, cuando los Mossos detectaron un aumento significativo de los atracos por »scalping» en las localidades barcelonesas de Sant Cugat del Vallès, Vilanova i la Geltrú, Sitges y Barcelona capital.
La policía, que no descarta más detenciones, puso los detenidos a disposición del juez, que decretó prisión para uno de ellos y libertad con cargos para el resto.