«El problema es de educación y de falta de respeto», ha advertido en declaraciones a Europa Press el secretario general de Fecasarm, Joaquim Boada, tras destacar que combinar estas campañas con un incremento de la presencia policial mejoraría la situación.
Ha reiterado que «como no se puede tener un policía por persona, se debe trabajar la concienciación», y ha apostado por desarrollar campañas periódicas enfocadas a los turistas a través de carteles y otros soportes.
Boada ha invitado al Ayuntamiento de Barcelona a unirse al Pacto por la Convivencia Nocturna –que impulsa con la Asociación Catalana contra la Contaminación Acústica (ACCCA)–, a la que se han adherido otros consistorios para fomentar el civismo nocturno.
Ha destacado que los pisos turísticos irregulares representan una competencia desleal para los locales de ocio, ya que organizan fiestas que, además, generan molestias porque no están insonorizados y dan una mala imagen de la ciudad.