Por eso, han planteado enmiendas para hacer la norma «más ambiciosa y concreta», y tender hacia la descarbonización de la economía catalana y la protección social y ambiental, sin caer en la lógica neoliberal del mercado, han agregado.
Piden la retirada del comercio de derechos de emisión porque es lucrativo e ineficaz; reclaman un compromiso con el abandono de los combustibles fósiles, y políticas transversales de cambio climático, además de objetivos de reducción de emisiones cada cinco años hasta llegar al 95% en 2050, entre otras propuestas.
Estas organizaciones reclaman desde hace años una ley que limite las emisiones de gases efecto invernadero a través de objetivos «legalmente vinculantes», y admiten que el anteproyecto presentado por el Govern ha sido acogido de forma positiva.
Sin embargo, ven las medidas propuestas como «demasiado imprecisas e insuficientes» para atacar las causas fundamentales del cambio climático, faltando instrumentos de regulación obligatoria y de integración social para la mitigación, adaptación y transición hacia una economía baja en carbono y eficiente en el uso de los recursos.