Herzog ha reconocido que la irrupción a nivel nacional de fuerzas como Podemos o Ciudadanos pilló a Unión Progreso y Democracia «con el pié cambiado» y que lo vivido por Rosa Díez ha sido un «castigo» por tener «una experiencia y una trayectoria política».
Asimismo, ha afirmado que UPyD se ha negado a crecer con la integración de otros partidos ya existentes y con carácter localista o regionalista, porque la formación magenta pretende seguir creciendo con un ritmo «más lento pero más sano».
En cuanto a si la bajada de representatividad en las instituciones, tal y como recogen las encuestas, le pueden obligar a una mayor rebaja en la financiación, ha dicho que es cierto que ya desde las andaluzas se han visto obligados a «un ajuste presupuestario», pero que UPyD es «un proyecto a medio y largo plazo» donde pretenden continuar como ciudadanos «libres».
Igualmente, y como alusión directa a otras formaciones nuevas, Herzog ha incidido en el objetivo de «convencer a los ciudadanos de que UPyD es el proyecto que España necesita», y que para ello el propósito es «contar lo que se hace frente a las promesas de otros». «Las promesas siempre se incumplen, UPyD tiene hechos», ha explicado y se ha referido a asuntos como las actuaciones en casos como Bankia.
En cuanto a si esta formación política sube o baja o en las encuestas, ha insistido en que UPyD se presenta con candidatos en todas las autonomías y en «prácticamente la totalidad» de las capitales y municipios de mayor población.
En este caso, Herzog ha puesto de relieve que el 60 por ciento de la población tendrá la posibilidad de votar en las municipales a candidatos de UPyD, lo que supone un cinco por ciento más que en las elecciones de 2011.