La detención del supuesto autor del doble apuñalamiento, fruto posiblemente de un ajuste de cuentas, se ha registrado sobre las 12.30 horas en la calle Botijas, en el barrio de Delicias, gracias a los datos facilitados por el propio agredido, quien tras sufrir el acometimiento tuvo que ser trasladado en grave estado al Hospital Clínico Universitario, donde permanece ingresado.
La agresión se registró sobre las 17.00 horas en la confluencia de las calles General Shelly y Caamano, a la altura del número 37 de la segunda de ambas vías, después de que el lesionado saliera de su domicilio y fuera abordado, presuntamente, por el ahora detenido, quien permanecía apostado a la espera, posiblemente para ajustar cuentas por razones que no han sido especificadas, y aprovechó para asestarle dos navajazos que alcanzaron a su oponente en un brazo y una pierna.
QUEMÓ UN BAR EN 2008
El presunto autor, según las mismas fuentes, cuenta con una decena de antecedentes por robos con fuerza e incluso con una condena de dos años, seis meses y un día de cárcel dictada en diciembre de 2009 por la Audiencia de Valladolid como autor de un incendio, junto con otro individuo también condenado por estos hechos, ocurrido en octubre de 2008 en el bar »Genuli» motivado por la negativa de la dueña a servirles unas cervezas.
El propio Javier S.B. reconoció en el juicio la autoría del mismo pero alegó en su descargo que cuando derramaron una garrafa de gasolina en el suelo del local, junto a la barra, no pretendían realmente originar el fuego sino dar un buen susto a la propietaria, después de que ésta, según mantuvo, se negara a servirles debido al estado de embriaguez en el que se encontraban y, además, les llamara «gitanos de mierda».
El líquido inflamable lo arrojó el otro condenado, mientras que Javier S.B. reconoció haber arrojado el mechero que desencadenó el incendio. «Creíamos que no iba a arder porque pensábamos que la garrafa contenía gasoil, no gasolina», se defendió Javier, quien añadió que su propósito no era el de originar fuego alguno sino el de asustar a la hostelera. Éste, además, se declaró consumidor de cocaína y de anfetaminas.