«Seguramente si el Gobierno hiciera ese primer gesto de retirar el acuerdo del Consejo de Gobierno y convocara a los agentes sociales sería un buen inicio, ya veríamos donde llegábamos», ha apuntado.
Así ha reaccionado Gil un día después de que el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas, Jesús Labrador, dijese que el Gobierno regional está dispuesto a dialogar para evitar la huelga de empleados públicos.
«Hasta ahora están haciendo lo imposible para evitar que haya negociación», ha señalado Gil, quien ha lamentado que el Gobierno de María Dolores de Cospedal, hasta ahora, «solamente ha ordenado, ha mandado y se ha equivocado» en el ámbito de la función pública.
Gil ha recalcado que los sindicatos «nunca» se han negado a sentarse con «patronales o gobiernos» a negociar cualquier elemento que preocupe al conjunto de los trabajadores. «Si el Gobierno llamara o llamase estoy convencido que el conjunto de fuerzas sindicales del sector hablarían», ha aseverado.
Ha insistido en que para desconvocar la huelga, además de retirar el acuerdo del Consejo de Gobierno del pasado martes y convocar a sindicatos, las prestación de los servicios deben racionalizarse de forma «razonable» sin que haya costes de empleo y sin que haya una rebaja salarial y se deben paralizar la privatización de algunos servicios y la expulsión de «miles» de interinos.
UN GOBIERNO INCAPAZ
Para Gil, el Gobierno de Cospedal ha demostrado una «incapacidad absoluta» para poder gobernar o evitar el conflicto. En este momento, ha dicho, en la región «estamos ante la espiral de conflictividad social más seria y más amplia de la historia» de la comunidad.
Según el secretario regional de CCOO, «el hecho de que después de elecciones no haya habido todavía ningún tipo de marco para poder discutir y acordar con el Gobierno medidas, es una anomalía democrática que tenemos que resolver».
«No se puede gobernar de espalda a todos y en contra de todos», ha advertido Gil, quien ha subrayado que «en los últimos días las calles de Castilla-La Mancha están hirviendo de gente desesperada y con razón, reclamando soluciones a empresas y al Gobierno de la región».
De este modo, ha dicho que los empleados públicos tienen que «rebelarse» porque «la resignación y el miedo» no va a impedir que el Gobierno de Cospedal y el de Rajoy «sigan una senda de recortes y de poner en cuestión el Estado del Bienestar».
«No vamos a resignarnos, no vamos a tirar la toalla jamás. Lo que se anuncia que se va a hacer en Castilla-La Mancha es razón suficiente para que los empelados públicos secunden de forma masiva la huelga porque es la única manera de pararles los pies», ha señalado.