En rueda de prensa, ha dado a conocer una serie de actuaciones que se están llevando a cabo en la sanidad de la provincia, sobre todo en el Hospital General Universitario de la capital alcarreña, para conseguir el clima propicio que lleva a la privatización.
Según ha afirmado Gismera, «además de las consecuencias para los usuarios, tememos que a medio plazo las medidas produzcan tal deterioro en el sistema sanitario público que, junto con la excusa de la situación económica, proporcione al Ejecutivo la justificación de la privatización de los servicios sanitarios».
El presidente de la Junta de Personal, acompañado por representantes de todos los sindicatos representados en la misma, ha explicado que no entiende cómo se ha pasado de la necesidad de construcción de un nuevo hospital para atender a la población de Guadalajara «a que en pleno invierno, que es una de las épocas con más necesidades, la Administración dicte instrucciones para que se cierren plantas como si fuese un periodo de vacaciones».
José Luis Gismera ha relatado que esos cierres están suponiendo la adscripción de personal, tanto enfermeras como auxiliares, a otras unidades «incluso en servicios que hasta este momento se han considerado especiales como pueden ser quirófanos, UVI o Unidad de Neonatos».
Según Gismera «se han llegado a producir ubicaciones de personal en otros centros distintos al Hospital General Universitario como pueden ser el Centro de Especialidades de Azuqueca o el Instituto de Enfermedades Neurológicas».
Desde la Junta de Personal ha desvelado, también, que «se está llegando incluso a efectuar el ingreso de pacientes adultos en plantas de pediatría» o que el cierre de algunas unidades «está produciendo el colapso del Servicio de Urgencias y que se presione al personal para dar altas a los pacientes ingresados».