Así lo ha concretado a Europa Press el alcalde de la villa pejina, Ángel Vega, quien ha destacado que la Puebla Vieja será «accesible» pero no perderá su «encanto natural», algo -ha dicho- que «muchos temen y exageran».
Según ha detallado a esta agencia, el propósito del Consistorio es sacar el proyecto a licitación antes de que acabe este año, y a partir de entonces se abrirá un plazo de 26 días de publicación, para que las empresas interesadas presenten ofertas.
A continuación, se procederá a la adjudicación, para que los trabajos se acometan de forma «inminente», de modo que «en tres o cuatro meses» el proyecto «puede estar perfectamente en funcionamiento», es decir, «hacia primavera o verano» de 2015.
El regidor municipal ha señalado que el plazo de ejecución «no es muy alto», ya que la mayor parte del mismo corresponde a la instalación de la maquinaria, y lo que más se tarda en construir es la acera rodante, que será a medida, y que llevará entre «mes y medio y dos meses».
Con este proyecto, que se acometerá en dos fases –en una primera se construirán las dos rampas y uno de los dos ascensores previstos, y en la segunda el otro– la Puebla Vieja será «accesible» a personas mayores y gente con dificultades para moverse.
En cuanto a las críticas que ha suscitado el proyecto, el alcalde pejino ha señalado que «ninguna» plataforma o colectivo tiene «respaldo popular», con el que sí cuenta -ha contratado- el equipo de gobierno municipal.
Además, a su juicio, «desde el primer momento se ha querido desinformar» en torno al proyecto, «poniendo» -por ejemplo- la fotografía de un ascensor que está en Muskiz (Vizcaya) como «modelo de lo que se quería hacer en la Puebla Vieja», cuando el proyecto es «absolutamente diferente».
Y si hay algún modelo «parecido», el mismo se encuentra en Vitoria, en el ascensor que está «pegado» a la catedral, de modo, ha resumido para concluir, la Puebla Vieja de Laredo «no va a sufrir ninguna alteración grave como dicen».