El seguro de responsabilidad civil cubre a quien lo suscribe frente al pago de indemnizaciones o servicios por las que el asegurado resulte civilmente responsable en caso de daños corporales (lesiones) o materiales (patrimonio) a terceras personas.
Existe una amplia variedad de pólizas de responsabilidad civil. La práctica de algunas actividades profesionales y deportivas exige, de hecho, contar con un seguro. La póliza de responsabilidad civil más extendida en España es el seguro de caza. Esta modalidad abarca al 40% de los contratos de este tipo, según Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA).
A pesar de que la cobertura de actividades cinegéticas tiene una clara preeminencia en número de pólizas, su peso en relación a la siniestralidad es mínimo. La caza apenas genera el 1% de las indemnizaciones.
Las pólizas de daños y perjuicios a terceros pueden cubrir tanto a personas físicas como a instituciones. Según destaca Unespa, el 11% de las pólizas atiende las necesidades de comercios y empresas, pero aunque suponen una cantidad mucho menor que los seguros de caza, las pólizas de responsabilidad civil empresarial están detrás del 26% de las indemnizaciones que desembolsan las compañías.
Otra modalidad bastante extendida en esta gama de seguros es la responsabilidad civil profesional. Médicos, arquitectos e ingenieros, entre otras profesiones, suelen suscribir este tipo de pólizas para cubrirse frente a posibles incidentes en el ejercicio de su profesión.
Según los datos de ICEA, los contratos de responsabilidad civil profesional representan el 7% del total de las pólizas emitidas y el 19% de los importes desembolsados en concepto de indemnización.
La aceptación de los seguros de responsabilidad civil varía de una comunidad autónoma a otra. En Extremadura, por ejemplo, una de cada cinco familias cuenta con una póliza de este tipo. Esto se debe, en buena medida, a la tradición e importancia de las actividades cinegéticas en dicha región.
MURCIA ENCABEZA EL RANKING REGIONAL
En el lado opuesto a Murcia y Canarias se sitúan las comunidades autónomas donde esta modalidad de seguro tiene una presencia más baja son la Comunidad Valenciana (1% de las familias), Galicia (5%) y Baleares (6%).
El gasto en pólizas de responsabilidad civil también varía en función de la estructura familiar y la ocupación de sus integrantes.
La penetración del seguro de responsabilidad civil es más elevada entre las familias numerosas. Casi el 20% de las parejas con tres o más hijos tiene una póliza de daños y perjuicios a terceros, por ejemplo.
Unespa cree que sobre este hecho influye el que haya más miembros en activo en el hogar, su ocupación, la práctica de algún deporte o afición que exija federación, o la mera presencia de una mascota. En marcado contraste, apenas el 3,5% de los hogares formados por mujeres de 65 o más años que viven solas contrata un seguro de responsabilidad civil.
La ocupación de los miembros del hogar también predispone a la contratación de estas pólizas. Las tasas de penetración de los seguros de responsabilidad civil son algo superiores en aquellos hogares donde el cabeza de familia ocupa un puesto directivo (15%), es un profesional liberal (13%) o un trabajador no cualificado (13%).