Elimina las células muertas de la piel, tiene poder desinfectante y es muy útil en el tratamiento de pieles con dermatitis, infecciones bacterianas y acné, es anti inflamatorio y antimanchas, revitaliza y rejuvenece las células, es un poderoso antioxidante ya que incrementa las defensas del organismo, mejora la circulación sanguínea, ilumina la piel, oxigena los tejidos, estimula la producción de colágeno y elastina, mejora la circulación de los capilares, hace que la piel esté más joven, y relaja el sistema nervioso.
El ozono es una variante del oxígeno, que existe en la atmósfera y que se crea a partir del oxígeno mediante descargas eléctricas, como las producidas durante las tormentas. Es entonces cuando se desprende de las altas capas, mezclándose con el aire que respiramos, eliminando gérmenes y renovando el aire. El ozono es oxígeno y, por lo tanto, el luchador por excelencia contra los radicales libres y el envejecimiento.
Los rayos ultravioleta reducen los niveles de oxígeno en las células cutáneas, ralentizan sus funciones y la piel envejece de forma prematura. Los Centros Carmen Navarro han desarrollado un tratamiento basado en la aplicación de ozono en el rostro y en el cuerpo mediante una pistola y un saco de ozono que tiene un efecto rejuvenecedor, revitalizante y preparador para el sol.
Según los últimos estudios se ha demostrado que el ozono potencia el desarrollo de la vitamina D en la piel, lo que se traduce en una piel más joven y elástica. Aplicado sobre las capas más profundas de la piel potencia sus defensas frente a los agentes externos (contaminación, sol, ondas electromagnéticas provenientes de los teléfonos, ordenadores…) lo que hace que se vuelva fuerte y quede protegida e inmune. “El tratamiento con ozono es imprescindible en la puesta a punto del verano si queremos disfrutar de un bronceado sin riesgos, ni quemaduras”, asegura la esteticista Carmen Navarro.
Cuando el ozono se aplica sobre la piel se desdobla de inmediato en oxígeno comenzando a drenar y desintoxicar el organismo, regenerando las células. A pesar de que está presente en algunos productos como cremas y geles, es más efectivo si se aplica en cabina a través de aparatología. En Carmen Navarro se emplean pistolas de ozono y bolsas en las que se introduce al cliente cubriéndole desde los pies hasta el pecho.
El tratamiento, que tiene un coste de 100 euros, comienza con la limpieza del rostro utilizando una leche rica en oxígeno. A continuación se hace un peeling facial para eliminar impurezas y células muertas y dejar la piel preparada para recibir el activo. Después se hace un masaje estimulante para luego aplicar el ozono en el rostro a través de una pistola. Durante 20 minutos se deja actuar una mascarilla ozonizada y, mientras, se hace un peeling corporal más potente que el del rostro.
Se introduce al cliente en un saco de ozono que cubre desde los pies hasta el pecho, que se hincha a medida que libera oxígeno. Las piernas se relajan, mejora la circulación, y los tejidos se oxigenan durante los 20 minutos que dura esta fase. Finalmente se aplica una crema preparadora para los rayos solares en todo el cuerpo. Los resultados son inmediatos desde la primera sesión.